El pasado 22 de abril, la Asociación El Toro de Madrid realizó la última visita ganadera del año, en esta ocasión sería a la ganadería de El Montecillo, situada en la localidad toledana de Orgaz. Una vez llegados a la preciosa finca, nos recibió amablemente el ganadero, D. Paco Medina, acompañado por su nieto, David.
En primer lugar se mantuvo una pequeña tertulia, de la situación actual de la ganadería, sobre las expectativas que hay para esta temporada y sobretodo una meta y fecha en la cabeza del ganadero, Madrid. Entre pregunta y consulta al ganadero, fuimos al cercado, donde veríamos el corredero de los toros y posteriormente los toros de saca. Una vez llegados al cercado para ver los toros, esperamos para ver el corredero, tan solo se escuchaba el sonido de las pezuñas y la fuerte respiración de los toros, ¿hay algo más bonito que ver a una manada de toros galopar? La camada de toros de este año es variada de capa, fuerte y seria, y que según el ganadero tiene mucha fe en el conjunto de la camada (algún toro ya se ha lidiado de sobrero en Madrid). Se mostró decepcionado cuando no se vio en la Feria de San Isidro de este año, aunque confía en poder lidiar una corrida completa a lo largo del año. Sin embargo, mostró mucha ilusión y esperanza con la novillada para Madrid, que será lidiada el próximo 22 de mayo en la primera novillada de la feria de San Isidro 2017.
Utreros variados de pelaje también, y que ha falta de un mes para lidiarse muchos de ellos tenían cuajo y remate perfecto para Madrid (y como corridas en muchas plazas de segunda categoría). Como anécdota contar que dos ellos no los pudimos ver, ya que se encontraban en otro cercado solos, ya que según el ganadero “estaban a dieta”, para que no cogieran más peso y remate. Después de ver los toros y utreros de la ganadería, se celebró un tentadero, en el que toreó uno de los novilleros que están en el cartel de la novillada de la ganadería, Jesús E. Colombo, y que compartirá cartel con Pablo Aguado y Rafael Serna, novillada y cartel más que interesante.
Se tentaron tres eralas, cada una con sus virtudes y defectos, pero que no demostraron la casta que atesora esta ganadería y que por lo tanto no fueron aprobadas. En el caballo no quisieron pelea, prueba fundamental para esta ganadería, pero sin embargo en la muleta el novillero Colombo aprovechó para adquirir oficio y técnica, delante de los animales. Una vez concluido el tentadero, partimos hacia Madrid con la sensación de haber vivido un buen día de campo, y agradecidos a D. Paco Medina y su nieto David, el extraordinario trato recibido. Suerte ganadero.
Haga clic encima de cada imagen para poder ampliarla.