Visita a la ganadería de Samuel Flores, en la finca El Palomar en el término municipal de Povedilla, provincia de Albacete, en plena sierra de Alcaraz.
Última actividad que ha organizado nuestra Junta Directiva antes del comienzo de la Feria de San Isidro del 2022.
Como otras muchas visitas ganaderas que se han organizado últimamente, esta tenía como uno de los fines, ver en el campo los toros reseñados o apartados para el festejo del próximo 30 de mayo, que se lidiaran en la Feria de San Isidro. El cartel de toreros de ese día lo componen los matadores de toros Fernando Robleño, de Torrejón de Ardoz, el arandino Jesús Martínez Barrios "Morenito de Aranda" y el torero salmantino Damián Castaño.
Realmente los toros que se anuncian en los carteles de esta próxima Feria de San Isidro, son los correspondientes a Samuel Flores e Isabel Flores, hija del ganadero. En el reparto que ha realizado su padre entre los tres hijos, a doña Isabel Flores Santos-Suárez le han correspondido las reses herradas con la F (hierro que correspondió a la madre de don Samuel Romano López-Flores, doña Manuela Agustina López Flores).
A su hijo don Samuel Flores Santos-Suárez le han correspondido en el reparto los animales herrados con el hierro del "hebillón" (hierro que compró la familia Flores a don Eduardo Olea, junto a la ganadería, en 1914), y a don Carlos Flores Santos-Suárez le han correspondido las reses que se anuncian bajo el nombre de "Castillo de Montizón", ganadería inscrita en la Asociación de Ganaderías de Lidia.
La última vez que se lidio una corrida de toros de la ganadería de Samuel Flores, fue el 31 de mayo de 2013. Muchos años de ausencia para una ganadería tan legendaria y que se anunciaba en muchos de los carteles de las ferias de San Isidro.
Su anunciada vuelta al ruedo venteño en la próxima Feria de San Isidro, también ha sido una de las causas para realizar esta visita ganadera. Con salida en nuestro tradicional punto de partida, en los alrededores de la plaza de toros de Las Ventas, y tras casi cuatro horas de viaje, con su correspondiente parada para dar cuenta del tentempié de la mañana, llegamos a la finca de El Palomar. Nos reciben un encargado y varios empleados, que nos facilitaran nuestro transcurrir por las diversas dependencias de la finca.
El Palomar es una finca de 3.000 hectáreas, dedicadas a diversas actividades, además de la cría de ganado del toro para la lidia y la agricultura: cría de caballos, monterías, recechos, pesca, sin muerte, de "black bass" (una especie de pez americana de la familia de la perca), campamentos de verano para jóvenes, reuniones de empresa...
El día nos acompaña, hace una temperatura primaveral y en el cielo ligeras nubes altas que hacen que el sol caiga sobre nosotros de forma tenue. Nos subimos a los vehículos que tienen para hacer el recorrido por las diversas cercas y lugares de la finca. Nos alejamos de la casa principal y de las instalaciones de la finca en busca del ganado bravo. Tras unos minutos de recorrido llegamos a un cercado donde vemos una partida de vacas de vientre con sus correspondientes becerros de pocas semanas. Junta a las vacas, el semental. Preciosa la vista, el contraste del pelo castaño de las reses con el verde del campo.
De ahí nos llevan a ver los toros reseñados para ir a la corrida del día 30 de mayo. De todos los reseñados, se elegirán los seis que se lidiaran finalmente en la plaza de toros de Las Ventas. Junto a los toros que irán a Madrid, estaban los que irán a Sotillo de la Adrada, y el que irá a la corrida concurso de Cenicientos. Los que queden, dos o tres, irán para correrlos por las calles.
Como siempre nos pasa en las visitas a las ganaderías de bravo, nunca sabemos exactamente que toro de los reseñados van para cada plaza de toros. Misterios del mundo taurómaco. Una lástima que todos los toros estuvieran con fundas. Este artilugio no permite ver la cornamenta de los toros en su integridad. Aun así, se veían cornalones.
Destacaban un par de toros muy serios de cara. Los toros estaban en la morfología y fenotipo de esta ganadería, mucha cara, anchos de sienes, bajos de estatura, de manos cortas, largos de cuello y con gran badana. El pelaje es diverso, pero destacan los negro chorreaos en verdugo.
De ahí, nos fuimos a ver el pantano privado que hay en la finca, donde se realizan varias de las actividades que os reseñe anteriormente. En el recorrido pudimos contemplar grandes extensiones de terreno para la agricultura y otras tantas de monte bajo y dehesa. Se trata de una bella e inmensa finca. Para terminar con la visita al ganado de bravo, finalmente fuimos a un cercado que hay cerca de los terrenos de la casa solariega, donde pudimos contemplar los toros reseñados para una corrida en la feria de Albacete. Mucho menos espectaculares que los que estaban reservados para Madrid o Sotillo de la Adrada. Y poco más en lo relativo al bravo, lo cual nos dejo sorprendidos y algo preocupados.
Esta emblemática e histórica ganadería, entre los dos hierros inscritos en la Unión de Criadores de Toros de Lidia, debe tener sobre 120 vacas de vientre. Por lo que nos pudimos enterar, en estos años de pandemia han enviado al matadero gran parte de las últimas camadas, se han quedado con lo gusto para dar dos o tres corridas de toros. Y concluida la parte correspondiente a la ganadería de bravo, contaros que también pudimos contemplar parte de la yeguada de pura raza española. Preciosos ejemplares. De ahí, pasamos al aperitivo que nos tenía preparado el ganadero en lo que antes fue un antiguo pajar, y que hoy es un lujoso espacio para hacer celebraciones.
A la derecha de la entrada, se encuentra disecado el toro NIÑONAZO, herrado con la F y con el número 3 en los costillares. Impresionante toro de gran trapío, que refleja fielmente la morfología y el fenotipo típico de los toros de Samuel Flores.
Durante el aperitivo, recibimos la visita de don Samuel, que por precaución iba con una mascarilla. Tras el saludo en la puerta principal, y de pie, nos hizo un repaso de los aconteceres más importantes de su ganadería, a través de las cabezas de toros que decoraban la estancia.
De todo lo dicho, quiero destacar unas frases que nos dijo:
- La falta de competencia entre toreros, lo cual va en detrimento del espectáculo y la fiesta,
- La falta de variedad de encastes en el conjunto de la Fiesta Nacional, donde predomina un solo encaste o línea,
- Finalmente nos manifestó su defensa de la apertura del Batán para las corridas de toros que van a lidiar durante la Feria de San Isidro.
Una pena no haber podido entablar con él una pequeña tertulia donde poder preguntarle sobre determinados aspectos tanto de su ganadería como de la fiesta de los toros. Al final de las palabras que nos dedico, nuestro Presidente, don Roberto García Yuste, junto con don Carlos Rodríguez-Villa y don David Castuera Obregón, le hicieron entrega, en nombre de la Asociación del Toro de Madrid, de una placa como recuerdo de nuestra visita.
Tras este breve y entrañable momento, pasamos a degustar un arroz con pato y verduras. Detrás de ese sabroso manjar, dimos cuenta de un asado variado de chorizo, morcilla, panceta y costillas adobadas a la miel. Finalizamos el menú, con un mus de limón y macedonia de fruta.
En la sobremesa, además del café de puchero, se pudieron tomar bebidas espirituosas. Incluso algunos degustaron un puro. Después emprendimos camino de vuelta, con el buen ambiente que siempre reina en este tipo de actividades, donde siempre se establecen apasionadas tertulias taurinas.
Esperemos que la próxima actividad no tarde mucho en celebrarse, no más allá de que finalice el año.
Escrito por Jesús Rodríguez Acedo
Fotos: David Castuera
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