El sábado dieciocho de abril, un grupo bastante numeroso de aficionados al toro acudimos en busca de este hacia tierras manchegas con el fin de observarlo en su hábitat natural, entre los cercados extensos de la ganadería de Los Chospes, censada en la Unión de Criadores de Toros de Lidia, perteneciente a D. Juan Fernando Moreno Román y que tiene por pertenencia genética las sangres de las vacadas de Juan Pedro Domecq y Díez con reses de Luis Algarra Polera y Jandilla por vía del hierro, también albaceteño, de Daniel Ruiz Yagüe.
Tras tres horas de viaje en autobús, donde algunos aprovecharon para “echar una cabezadita” mañanera y otros para charlar de toros, llegamos ansiosos a la finca El Colmenar, enmarcada dentro de un paraje natural extenso, pedregoso y bien surtido de árboles y hierba, donde pastan los ejemplares del joven hierro de la bellota verdinegra.
En primer lugar, a nuestra llegada, entramos en su fabulosa Plaza de toros de estilo andaluz y de gran aforo, extenso diámetro y con corraletas numerosas, donde llevan a cabo ese laboratorio de la casta y la bravura, que es la tienta. Durante un rato, pudimos observar su belleza desde el mismo albero que viste su piso, ver desde arriba las vacas que iban a ser tentadas posteriormente y charlar con el ganadero sobre el comportamiento de los utreros que lidió la temporada pasada en nuestra Plaza. Iniciando ya el paseo por las dependencias de la finca a lomos de un remolque, recorrimos buena parte de su extensión circular, siguiendo un trazado muy bien dispuesto, donde observamos su notable acondicionamiento y la numerosa población de vacas que nutren los primeros cercados de la dehesa.
Posteriormente, llegamos a las nobles dependencias de los sementales, en las que había un conjunto de machos de diversas capas y edades. Por último, tuvimos el placer de ver de cerca y con detenimiento los novillos de saca que lidiará esta temporada, entre los que estaban, habitando un mismo cercado, algo más de una docena de utreros que vendrán a Madrid para ser lidiados en novillada con picadores este verano y que lucían una notable seriedad, siendo el grupo bastante parejo y desarrollado de cuerna y musculatura.
Finalizamos la visita con una tienta de tres hembras que fueron lidiadas por el mayoral de la casa y avezado picador Tomás Copete, el diestro jienense José Carlos Venegas y algunos aprendices que quisieron probar sus maneras. Por último, agradecemos enormemente el cuidadoso trato y detenimiento que la familia ganadera nos dedicó en esta grata experiencia, y les deseamos mucha suerte y éxitos en su labor de dedicación al toro de lidia.
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