Asociación EL TORO de Madrid

DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
Corrida de toros santacolomeña de La Quinta, se anunciaba con un cartel quizás el más rematado de la feria. Despertando gran expectación que se percibía en los alrededores de la plaza. Como guinda, fecha elegida para conmemorar los 120 años de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, incluso dibujado su logo en la arena; resulta paradójico este homenaje a esa organización que ha ido degenerando en un conglomerado meramente mercantil que poco está haciendo hoy por mantener y exigir entre sus socios la casta y la bravura en sus vacadas. Como muestra el ganado que salió por chiqueros, incluso se devolvió el sexto anunciado saliendo el sobrero del mismo hierro.
Tarde soleada y con calorcillo primaveral de no hay billetes. Otro premio para la empresa
Presidencia: D. Víctor Oliver Rodríguez, actuación correcta pero que no debió retrasar tanto el pañuelo verde al sexto de la tarde de manifiesta invalidez ya de salida
Cuadrillas: Poco a destacar, a excepción de los pares de Caricol al segundo y de Contreras en el quinto y la buena lidia de Morenito de Arlés al sexto
Tercio de Varas: Una vez más lamentar la falta de respeto a ese tercio fundamental por parte de los profesionales; mal picados, tapando la salida a los toros, en general no se cita ni se torea a caballo, sino más bien se espera a que el toro esté debajo del peto para meter la puya donde caiga; una pena síntoma de esta fiesta moderna que se está imponiendo
Toros: Los tres primeros cinqueños y los restantes cuatreños. En general de correcta presentación, pero descastados y flojos, la mayoría mansos en el caballo, sin empujar ni pelear, incluso algunos tratando de escapar y defendiéndose; sin complicaciones, sosos pero que llegaron más bien pastueños a la muleta con posibilidades de lucimiento que la terna no supo aprovechar. Decepción para los aficionados que esperábamos más de este hierro. Tampoco la Quinta…
Primer toro: Cucaracha, de 536 kgs. Manso y flojo, marra en el primer puyazo y después trasero, empuja con un pitón; en la segunda entrada también trasero, sale blandeando. Ligeras palmas en el arrastre.
Segundo toro: Solitario de 574kgs.con algo más de casta, también flojo. Puyazo trasero sin medir el castigo y un segundo trasero y caído sin pelear el toro, sale suelto. Ligeras palmas en el arrastre con algunos pitos.
Tercer toro: Lentisco, de 578 kgs. De bella estampa recibe algunas palmas en su salida, primer puyazo trasero el picador hace la carioca tapa la salida, en la segunda vara es puesto más lejos y el toro acude, picotazo caído. Palmas en las mulillas.
Cuarto toro: Rabioso de 573 kgs. Primer puyazo trasero, se quiere quitar la puya defendiéndose golpeando el estribo, no empuja, sale del segundo encuentro perdiendo las manos. Ligeras palmas
Quinto toro: Azulejo de 541 kgs. Soso de salida manseando, el primer puyazo caído y en el segundo en la paletilla, no empuja en el caballo. Silencio
Sexto: Cubanero de 555 kgs. Ya de salida se le nota la invalidez, muy protestado, recibe un primer puyazo en buen sitio del que sale completamente cojo, tras insistir en el cambio, el presidente saca el pañuelo verde.
Sexto bis: Gallareto de 557 kgs. Con algo más de casta, recibe un puyazo en lo alto y un segundo también en buen sitio pero en ambos tapando la salida al toro, sin empujar el toro. Silencio en el arrastre
José Ignacio Uceda Leal: con vestido “catafalco y oro” de clara inspiración lagartijista. Estoca desprendida; silencio. Estocada delantera y desprendida, oreja.
Daniel Luque: vestido de “verde billar y oro”, estocada muy caída y atravesada, un aviso. Silencio. Estocada caída, atravesada y trasera, algunos pitos al torero.
Emilio de Justo: vestido de “rioja y oro”; pinchazo hondo seguido de un aviso y un descabello, silencio. Pinchazo escupiendo la espada, un aviso; pinchazo sin soltar, un aviso y un descabello; pitos al torero
Tres toreros tres de los predilectos de la afición de Madrid. Tres toreros tres que quieren aportar clasicismo en Uceda, garbo sevillano en Luque y profundidad en de Justo. Pero sólo hubo lo primero, los dos siguientes nos dejaron vulgaridad y toreo sin recursos desaprovechando unos animales que sin ser gran cosa llegaron al último tercio ofreciendo en sus embestidas eso que ahora se llama toreabilidad, si con estos animales no pueden…ya me dirán qué quieren estas figuras. Pues no eran fieras ni toros imposibles, eso sí dejaron al descubierto las carencias de los toreros.
Uceda Leal es toreo clásico del gusto de Madrid que se ha ganado a pulso en su larga carrera el respeto de la afición y ayer lo demostró. Sabe cómo es Madrid y lo que gusta en Madrid. A su primero, toro sin casta que no trasmitía, comienza la faena con pases por bajo con gran sabor prueba con la derecha y nada, el mejor pitón era el izquierdo le da muletazos más templados pero el toro se para. Si no hay nada que hacer lo mejor es abreviar la faena, un volapié y al siguiente. Muchas gracias
En el cuarto estuvo dio una lección de torería al respetable y a sus dos compañeros a los que dejó con las vergüenzas al aire. Brindis al público, muleta en mano comienza con unos pases por alto llenos de garbo, derechazos templados, bien rematados, cambio de manos y con la izquierda dibuja algún natural de manos bajas, con naturalidad y sin efectismos tan de moda, doblones muy toreros y estocada. Ha sacado al toro lo que no tenía, sin ser una faena completa, ha dejado pinceladas de buen toreo clásico, de verdad y como conoce a esta afición, sin alargar lo bien hecho, se va a por la estocada y mata al toro con un volapié extarordinario Se podrá discutir si fue un premio excesivo la oreja, el púbico la pidió por mayoría Pero que quieren que les diga, a estas alturas, y a mí que los despojos me dan igual, no la discuto. Estamos viendo y lo que veremos, orejas a faenas sin un atisbo de verdad ni de buen toreo, a pegapases tremendistas y marrulleros. Ayer vivimos torería a raudales y eso que tanto escasea se debe premiar y por cierto los alumnos de las escuelas taurinas deberían aprender a cómo comportarse en los ruedos de los pocos maestros que todavía quedan entre ellos de Uceda Leal.
Daniel Luque, estuvo vulgar y como sin ganas toda la tarde. Con su primero toreó siempre por alto, citando fuera, pases atropellados y sin mando, dando trallazos, queriendo aparentar un peligro en el animal al que había que someter y no quiso ver por tener más casta y presentar más problemas, toro desaprovechado.
En el segundo de su lote vuelta a lo mismo. Brinda al respetable y se lo saca a los medios. Comienza la faena dando distancias al toro con derechazos sin embarcar al toro, sin rematar hacia afuera para acabar con un toreo encimista; con la izquierda trapazos sueltos perdiendo pasos continuamente, engañando al personal con el toreo vulgar y precipitado sin mando ni continuidad en los pases; muy mal, fracaso sonoro ante un toreo que acudió presto al engaño. Decepciona comprobar cómo este torero cuando viene a Las Ventas no demuestra ese toreo que pregona por otras ferias y del que aladea como maestro. Hoy ha se ha quedado en un moderno pegapases más.
¿Y Emilio de Justo? Otra ración de vulgaridad y destoreo. A su primero que llegó con ciertas ganas a la muleta, le comenzó con pases genuflexos muy toreros pero después…se saca a los medios al toro y comienza una faena con la derecha sin hondura y sin bajar la mano; por la izquierda siempre perdiendo pasos, con un pitón fuera de la muleta, mucho pico y sin ligar, así no es el toreo y de Justo nos ha demos demostrado otras veces que sabe torear, una pena. Con el sexto tras comenzar con pases por alto con sabor y gracia y un cambio de manos muy torero, comienza con la izquierda. Algún correcto pase natural pero sin rematar a un toro que tenía faena y haber aprovechado sus embestidas. Muy arrebatado, sin pararse ante el toro, indeciso, sin ideas. Esperábamos más de un torero que en Madrid ha logrado crédito ante la afición pero que hoy ha dejado ir a dos toros que a un torero de su trayectoria es imperdonable. También muy mal, inseguro y sin sitio. ¿Otra vez será?
Y salimos de la plaza con el sabor a torería añeja que nos había dejado Uceda Leal, tan clásica como los adornos de su chaquetilla que nos traían a la memoria las fotos sepias de Lagartijo el Grande. Gracias Maestro
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