Seis eran seis las empresas que esta soleada mañana de octubre han optado oficialmente a gestionar la plaza de toros de Las Ventas. De la apertura de las plicas y su lectura pública, esos opositores a santos que somos los abonados de la monumental madrileña podemos deducir las siguientes conclusiones, a saber: Cibeles Toros o Justo Ojeda. Sea cual fuera la oferta que presentase, es directamente rechazable. Un empresario del que nos aseguran que manda matones contra los aficionados contestatarios –como en Zaragoza– debe ser excluido de por vida de la gestión de la primera plaza del mundo. De esta sociedad también forma parte Borja Domecq, con lo que ya queda establecido el criterio de la mona artista que saldría por chiqueros. El panorama que se nos avecinaría con semejante empresario sería espeluznante. No sé si aprestarme a contratar un guardaespaldas... La Monumental Siglo XXI o Paco Dorado. A primera vista, su propuesta es flojísima, tanto de gestión como de ideas innovadoras. Claro que para incluir majaderías ya están otros empresarios. Hablaremos de Simón Casas cuando llegue el momento. Toresma 2 o Los Lozano. Proponen continuar su labor exactamente igual que lo que han hecho hasta ahora. Autocrítica cero; renovación de lo que evidentemente han hecho mal – desertización de la plaza como coso de temporada, nulidad en la difusión del espectáculo, evidente bajada del trapío de las reses que compran entre otros desastres varios – nada de nada. Ah, casi me olvidaba de la bonita idea de poner en la plaza restaurantes y tiendas de souvenir. Menos mal que Las Ventas es monumento protegido y gracias a ello nos vamos a evitar ver semejante aberración. En caso de que tal cosa triunfara, propongo que se instale una tasca típica en la terraza del Palacio Real - la que da a la plaza de Oriente, por ejemplo - donde se vendan también sombreritos y castañuelas a ritmo de pasodoble, faltaría más. Es una alegría comprobar que el surrealismo vuelve por su fueros a la vida española. Ruedo Madrileño o somos muchos y todos revueltos. Los empresarios Cutiño y Espinosa, el apoderado Luis Álvarez, de nuevo Borja Domecq –si mis notas no están equivocadas, debido a la pésima lectura de la encargada de esa labor en el acto-, Antonio Ródenas y ¡Curro Romero! ¿Alguien entiende algo? ¿Quién va a mandar aquí? ¿Cuánto tiempo van a tardar en pelearse? Lo cierto es que parece un cuerpo con muchas cabezas. Si a la Comunidad de Madrid le apetece que nos gobierne un ente mutante, un cuerpo empresarial con tentáculos, que apueste por este pliego. Y si quiere no acabar nunca jamás con la reventa, la propuesta de recompra por parte de la empresa de las localidades de los abonados parece el camino ideal para conseguirlo. Que salude el genio. De lo de ofrecer entradas a los tour operadores para los turistas, ni pensar quiero en ello. Esta plaza no necesita semejante cosa. Servicios Banf 2000 o Simón Casas. A simple vista, parece un refrito del que presentó en la anterior adjudicación, en el que quedó en segundo lugar. Como entonces, vuelve a proponer una feria en agosto - de la Paloma - y otra en septiembre, esta dedicada al mundo del caballo. También propone una serie de novilladas en marzo, una especie de “Operación Triunfo” (sic) de los novilleros. Y con los 1’8 millones de euros que dicen invertirían en publicidad, ya tenemos el cuadro completo de un pliego que parece un castillo de fuegos artificiales. Señor Casas, más sobriedad y menos sorpresitas: los experimentos hágalos con gaseosa y donde se dejen, pero no en la plaza de toros de Madrid. Se ha pasado usted de lenguaraz. Balañá Plaza de las Ventas, S.A. La familia Balañá parece que al completo. Este ha sido un pliego sorprendente y decepcionante. Sorprendente porque nadie sabe a ciencia cierta por qué se presenta el empresario de Barcelona a la plaza de Madrid, y se decía que muy fuerte debía ser su apuesta para que decidiera optar a dirigir la primera plaza del mundo. Pero ha resultado que no y de ahí la decepción que ha deparado este pliego. Continuista en lo que a programación se refiere y basándose en el “prestigio” que supone llevar 75 años organizando festejos taurinos, como novedad más destacada presenta la creación de una Fundación Cultural Taurina de la plaza de toros de Las Ventas, donde irían a parar el 10% de los beneficios del coso. Seguro que con ese capital saldría por chiqueros el toro más fiero, se pagaría lo que se merece a los toreros de oro o plata que se juegan la vida delante del toro y se engrandecería la tauromaquia como expresión cultural... pero calla, corazón. No vaya a ser que resulte un vulgar asunto de eludir los impuestos que gravan los pingües beneficios de cada temporada. Con semejante panorama, quiero desde aquí acompañar en el sentimiento a todos aquellos responsables de la Comunidad de Madrid que deban elegir al tuerto en el país de los ciegos, porque la tarea será ardua. En vista de lo anteriormente expuesto, y sea cual sea la empresa elegida, sólo se puede asegurar, a ciencia cierta, que los perjudicados seremos los abonados.