Curtido en el oficio de ganadero, acudió el representante de la ganadería Herederos del Excmo. Conde de la Maza, a la primera tertulia del año celebrada por La Asociación El Toro de Madrid, con el propósito de exponer a los aficionados presentes los conocimientos que atesora, tanto a nivel familiar como de su ganadería. Después de una breve introducción a cargo del Presidente de La Asociación, en la cual resaltó que este ganadero ha hecho disfrutar a los aficionados de Madrid cuando ha lidiado en Las Ventas, comentando igualmente que la mayoría de sus toros fueron masacrados en el caballo, aseverando que gran parte de las ganaderías que se lidian vienen de la dehesa con la vitola de ganaderías-ovejunas, siendo ésta la causa fundamental de que los espectadores no acudan a ellas, exigiendo como aficionado toros con riñones y que demuestren la casta que deben llevar en su sangre brava. A continuación tomó la palabra Gonzalo, miembro de La Asociación y documentalista en encastes de toros de lidia, que hizo una breve descripción, tanto de la familia ganadera de nuestro invitado, como de la procedencia de su encaste, la cual en algún momento de la tertulia alguien dijo que en la actualidad esta ganadería se puede considerar como un encaste propio. Respecto a la parte correspondiente a su ganadería, el primer ganadero de esta excelsa familia fue su abuelo, Leopoldo Sainz de la Maza y Gutiérrez Solana, primer conde de la Maza, título que recibió del Rey Alfonso XIII, del cual era amigo personal, el cual en 1.935 adquirió ganado de la base ganadera creada por Antonio Campos Fuentes en 1.912 con reses de raíz Jijona, al cual añadió ganado de procedencia Gallardo. Este ganadero vendió una parte de su ganadería a Juan Belmonte que posteriormente aumentó con ganado de Parladé, en la línea de Gamero Cívico. En 1.935, Belmonte dividió su ganadería, una parte de ésta la vendió al abuelo de nuestro invitado, quien en 1.940 la puso a nombre de su hija, Cristina Sainz de la Maza y Falcó, tía de nuestro invitado, usando el hierro de su padre. En el año 1.960 vendió ésta ganado a D. José Cebada Gago, aunque el encaste que tiene en la actualidad esta ganadería nada tiene que ver con sus orígenes. Por otra parte, el padre de nuestro invitado, Leopoldo Sainz de la Maza y Falcó, segundo conde de la Maza, adquirió por un lado en 1.953 una de las 6 partes en que quedó dividida la ganadería de Arturo Pérez de Tejada. Esta ganadería tenía procedencia Vistahermosa, en la línea de Barbero de Utrera, Arias de Saavedra, Ildefonso Núñez del Prado, Marqués de Gandul y José Antonio Adalid. Este último ganadero, en 1.880, hace dos divisiones que vende a Félix Urcola y en 1.912 a Taviel de Andrade, reata que en 1.953 llegó a Arturo Pérez Hernández. Cuando este ganadero dividió su ganadería, el lote correspondiente a María López de Tejada, fue adquirido en 1.955, por D. Leopoldo Sainz de la Maza y Falcó. Éste varió el hierro y divisa y el 15 de agosto del año 1963, se presentó en Madrid con una novillada. Su familia pertenece a la aristocracia española, cuya corta historia está llena de detalles singulares. Refiriéndose a su abuelo, primer conde de la Maza, fue jugador de polo, siendo medalla de plata en los JJ.OO. de Amberes en 1.920 en esta especialidad. La plaza de tientas existente en la finca de Los Arenales, en el término de Morón de la Frontera, la inauguró en 1.925, aprovechando una visita real del Rey Alfonso XIII. El padre de nuestro invitado, al cual conocían con el sobrenombre del “Cateto”, era también un hombre muy peculiar, a la vez que campechano. Vestía ropas caras y atrevidas para la época, de estilo inglés, al parecer adquiridas en tiendas de moda y alto poder adquisitivo de Londres. Dominaba 3 idiomas y llegó a ser alcalde de Morón de la Frontera y acudía al consistorio a caballo. Era amigo personal del Rey Juan Carlos I y pariente de la duquesa de Alba. En 1.995, la infanta Elena celebró en Los Arenales su despedida de soltera. Una vez concluidas las intervenciones de los miembros de la mesa, se dio la palabra a nuestro invitado, que con gestos informales trató de darle a sus intervenciones un tono alegre y resaltó con detalles de ironía y jocosidad algunos de los temas expuestos por los presentes. Inició diciendo que, cuando comenzó a tener contacto con la ganadería, existía en su casa ganado de varias procedencias, recordando que había reses marcadas con las iniciales AP, a lo que aclaró que procedían de un tal Arturo Pérez. Siguió comentando que en su finca tiene carteles de corridas de toros correspondientes al año 1.926, que pertenecían a su abuelo. Respecto al origen de su familia, procedían de Santander y emigraron a México. A su vuelta se asentaron en el pueblo sevillano de Utrera. Su abuelo nació en este pueblo donde, con el paso del tiempo, adquirió algunas fincas. También comentó que combatió en la guerra de África. Bajo su criterio, su abuelo debió de ser una persona de las denominadas de “armas tomar” y sobre todo amante del campo. Reseñó que compraba toros que estaban de sobreros en la plaza de Madrid y los mataban entre él y sus amigos en la plaza a puerta cerrada, haciendo hincapié de que estos toros estaban “en puntas”. Seguro que si este detalle pasara ante los ojos de alguna figura de la actualidad, recorrería su cuerpo un sudor frío para el cual, seguro, que no tendría explicación. Esta afición, comenta nuestro invitado, fue la que trató de trasmitir a su padre. Entre su abuelo y su padre adquirieron también ganado procedente de otros encastes, destacando las mencionadas AP y de Isaías y Tulio Vázquez. Fue en 1.975, cuando adquirieron una parte de la ganadería de Martín Berrocal, encaste Núñez en la línea de Villamarta, la cual trasladaron a la finca Calchite, en Morón de la Frontera. Con estos mimbres, llevan a cabo la selección, tanto del ganado adquirido como el que tenían en su propiedad con anterioridad. En esta selección participó nuestro invitado, el cual comentó que tanto las vacas como los machos comprados a Martín Berrocal llegaron sin papeles, solo estaban herradas, motivo que llamó mucho la atención a los asistentes a la tertulia. De esta manera comenzó a gestarse la ganadería actual del conde de la Maza. Tentaron todo el ganado comprado, para lo cual estaban desde la mañana a la tarde dedicados a esta labor. Una vez formada y durante los años 1.976 y 1.977 fue la ganadería que mas festejos celebró, entre sesenta y setenta, destacando nuestro invitado que el novillero que más corridas toreó de esta ganadería fue Emilio Muñoz. El criterio que llevaron a cabo y que aún mantienen es seleccionar aquellas vacas que a su criterio den juego. Durante las tientas no tiene datos sobre el animal que están tentando, sólo miran su comportamiento, sin conocer la reata de la que procede. Con el fin de diferenciarlas, a las que consideran no aptas, les cortan un pitón y a las seleccionadas, los dos. Criar toros que embistan es muy complicado resalta nuestro invitado. Todos los ganaderos quieren que sus toros embistan y cuando aparece el tema de la consanguinidad se muestra algo incrédulo ante los criterios expuestos por algunos tertulianos presentes, para lo cual aportó la duda si era buena o mala. Saca a colación los gamos que el Rey Alfonso XIII regaló a su abuelo y que los descendientes de estos animales aún saltan y corren por los campos de su propiedad. Para aseverar este criterio comenta que en estos animales no llevan ningún criterio de selección, sólo la impuesta por la ley natural del más fuerte. Los aficionados presentes respetaron su opinión, pero creemos que algunos ganaderos, llevados por su afán de conseguir el toro ideal que embista, habrán llevado a cabo pruebas, en las cuales habrá prevalecido la ley natural antes expuesta; lo que ocurre es que como desde hace tiempo lo único que los toreros exigen al ganadero es que críen toros-ovejunos que aguanten 200 muletazos, bajo ese criterio nunca se podrá conocer cuál es el método ideal para la selección del toro de lidia, ya que el toro encastado no lo quieren los toreros ni en el plato. Y para matizar este hecho puso como ejemplo al torero, Oliva Soto, que cuando oye nombrar su ganadería sale corriendo. Sin embargo Salvador Cortés nunca ha hecho ascos a anunciarse con su ganado. Sale a relucir el caso que sucedió en Espartinas. Dos becerristas se cayeron del cartel al ver que los becerros eran de su ganadería; y eso que eran becerristas. También se comentó el caso de Guadalix de la Sierra, donde los toreros intentaron negarse a torear un toro debido al respeto que imponía su trapío. Después resulto un buen toro y el torero Soto Jerez estuvo muy aseado con él. En la actualidad, todo ganadero que busque la casta, conoce de antemano el destino de sus pupilos: el matadero o, como mal menor, las calles de Castellón. En esta dirección comentó que el torero Fernando Cepeda, hoy retirado y en la actualidad apoderado del diestro Miguel Ángel Perera, llegó a triunfar con un toro de su ganadería, hecho que le valió anunciarse en un número considerable de corridas; sin embargo, no se explica el ganadero que como apoderado no elija esta ganadería para su torero. El taurinismo de hoy considera a esta vacada como una “ganadería dura”. Los tiempos cambian, los toreros también y los apoderados miran solo por los intereses de sus toreros, olvidándose de su pasado y dejando al margen los intereses propios que deben regir en la fiesta. Respecto a la situación actual, comentó que no hay que olvidar que cada día existen menos aficionados y que los que llenan las plazas son los espectadores en general y que muchos de ellos seguramente, algún día no lejano, exigirán que a los toros les pongan cuernos de goma, dando con ello a entender que la exigencia de los aficionados actuales pasará a la historia como han pasado los de otras épocas. Respecto al tono de recriminación que un contertulio hizo al cobro que lleva a cabo a las personas que visitan su finca, comentó que su finca no es una ONG. En cuanto al comportamiento negativo observado en su ganadería, comentó que en el año 1.997 lidió una corrida en Madrid, para Zotoluco, Oscar Higares y Manolo Sánchez, que salió impresionante. Esta corrida la trajo su padre y a partir de aquí ha bajado el nivel en el juego de su ganado. En la actualidad tiene aún sementales de los seleccionados por su padre y el 80% de las vacas fueron seleccionadas también por él. Por esta razón desconoce los motivos que han causado esta crisis ganadera que desde el año 2007 se viene produciendo en su ganadería. Aludiendo a algunas de las causas sobre la crisis que atraviesa el campo bravo español, comenta que los ganaderos buscan en la selección el toro que no existe y como consecuencia las ganaderías se vienen abajo. Muy claro fue el ganadero en sus criterios y continuando con la crianza del toro, comentó tener conocimiento de que en muchas ganaderías no tientan los machos y llevan a cabo la selección en base a sus hechuras. Respecto a la bravura de los toros, expuso que habría que conocer de antemano qué es la bravura, ya que a su entender cada uno aplica la forma de selección en función del concepto que tiene de ella. A su entender, mantener en la dehesa padreando a un toro indultado, es porque antes hubo un error del ganadero. Antes, para tentar a una vaca bastaban 20 ó 25 muletazos; en la actualidad, hay que darle 150, si no no vale Sale a relucir que su ganado tiene mucha cabeza, el ganadero defiende este hecho comentando que él vende lo que tiene y si es con leña así debe salir a la plaza. En la actualidad cría 3 ó 4 corridas al año y no desea tener más. Respecto a la opinión de un tertuliano sobre la irregular presentación de sus toros en la última corrida celebrada en Las Ventas, comentó que trajo 9 toros, fueron aprobados todos y la elección de la corrida se hizo en los corrales de la plaza y él no tuvo nada que ver con ellla. Respecto a la opinión que se tiene en Sevilla de su ganadería, dijo que sus toros son considerados “malditos”, comentando un aficionado que los de Miura, comparados con los suyos, son “angelitos de la caridad”. Comentó un tertuliano que le sorprende que sus toros salgan muy desarrollados de cabeza, cuando esta característica esta fuera de tipo en el encaste Núñez, predominante en su ganadería, preguntándole al ganadero si estaría deformando este encaste. La respuesta fue que el fenotipo de un toro no se cambia de la noche a la mañana y que sus toros salen como son. La única reflexión que hizo al respecto fue que el ganado de Núñez que entró en su casa se cruzó con lo que ya existía. En la actualidad no emplea fundas en sus toros. Hablando de rentabilidad de la ganadería, un tertuliano preguntó si 3 ó 4 corridas al año son rentables para mantener una ganadería. Nuestro invitado respondió que la finca donde se cría el ganado es agrícola y a pesar de ello es una ruina. Al mantenimiento de este romanticismo le pueden quedar unos pocos años solo. Respecto a si consideraba a su ganadería como un encaste propio, respondió que no consideraba importante este hecho. Se le pide su opinión respecto al tendido 7 de Las Ventas, a lo que respondió que es necesario para poner las cosas en su sitio. Añadió al respecto que la primera vez que acudió a esta plaza se sorprendió de lo ruidosa que era, comparada con los silencios que atesora la Maestranza de Sevilla. Respecto a la petición de un aficionado para que diera su opinión sobre los empresarios de Las Ventas, se negó a hacerlo, lo único que comentó es que algunos de ellos se lo estaban llevando “crudo”. Tampoco quiso aclarar si la empresa de Madrid pagaba las corridas con puntualidad. Respecto a la prensa, dijo que había muy pocos periodistas buenos y otros cobran de donde pueden, distinguiendo que una cosa es escribir sobre toros y otra muy distinta saber de toros. Y añadió que en muchos casos se leen artículos sobre materias que se conocen y llega uno a la conclusión que el periodista no tiene ni idea sobre lo que escribe. Lo mismo le ocurrió durante la tertulia cuando algún aficionado emitía un juicio que no compartía, mostrando un grado de contrariedad llevado por su razón de ganadero y conocedor del campo bravo, en un clima de discusión, en la que cada uno de los presentes trataba de justificar. Hasta cierto punto es lógico que ocurra este enfrentamiento de criterios, pues el aficionado fundamenta su opinión en la experiencia adquirida desde el tendido de la plaza y el ganadero la basa en su lucha diaria con el ganado y la crianza del toro de lidia. Estas opiniones pueden ir en la misma dirección aunque en muchas ocasiones pueden ser encontradas, pero lo que se desprendió de esta tertulia es que tanto el ganadero como los aficionados presentes luchan por un mismo objetivo: la pureza de la fiesta. El ganadero intentando conseguir la casta en sus toros y el aficionado disfrutando de ésta cuando los animales que salen al ruedo hacen honor a su nombre de irracionales pero poderosos ya que, según expuso el ganadero, el torero es un ser racional e inteligente y debe utilizar estos atributos naturales para tratar de vencer a su enemigo y una vez dominado crear el arte que se espera de esta lucha desigual, defendiendo con ello el que la emoción llegue a los tendidos. Sobre su toreros preferidos, no dudó un momento en definir a Morante y Talavante, argumentando que son toreros imprevisibles y eso es fundamental en el toreo. Sobre la afirmación de un contertulio, de que se han visto este año muchos toros de su ganadería por las calles, respondió que este año aún se verán más. Así de tajante fue en su aseveración. Su finca la definió como la BBC, ”bodas, bautizos y comuniones”. A este respecto apuntilló que era un lugar que reunía las características ideales para este tipo de eventos, ofreciendo en ellos la posibilidad que los invitados se enfrentasen a un eral y mostrasen sus cualidades de toreros. En la actualidad tiene 200 vacas de vientre y espera venir este año a Madrid, pero primero enviará algunos sobreros para ir probando la camada y de paso para que nos vayamos acostumbrando. Nuestro invitado pudo adolecer de muchas cosas, pero humor, evidentemente, no le faltó. De la exposición de los asistentes, nuestro invitado quedó gratamente sorprendido al expresar que, sobre los comentarios que se habían hecho, tanto de su familia como de su ganadería, se habían vertido datos que incluso desconocía. De esta manera y sin que diera tiempo para que todos los presentes pudieran aclarar sus dudas a través de más preguntas, llegó la hora de la despedida, por lo que se le agradeció al ganadero su presencia, que ha servido para que los aficionados conocieran con más profundidad las raíces de esta ganadería emblemática. Gracias, Ganadero.