Hoy se desarrollaba en la sede de nuestra Asociación la última de las tertulias programadas para este año. En el amplio repaso que se ha llevado a cabo a prácticamente la totalidad de los encastes de la cabaña brava, hoy le tocaba el turno a “los Gracilianos”; otra de las ramas provenientes de Santa Coloma y que al igual que el resto del ganado de esta procedencia brilla más bien por su ausencia en las plazas de toros de la actualidad. El invitado que nos ha acompañado esta tarde ha sido D. Mauricio Soler Escobar, ganadero joven, “con gran ilusión” según él mismo nos confesaba y con un gran trabajo por delante para conseguir que este encaste siga manteniéndose en el campo bravo, a pesar de tener que nadar a contracorriente como el resto de los ganaderos que se salen del monoencaste impuesto en los últimos años. Comenzaba su intervención el ganadero haciendo historia sobre la formación del tronco principal de este encaste. “El Conde de Santa Coloma formó su ganadería allá por 1905 con reses provenientes de Ibarra y Saltillo. Tras la venta de la parte más “asaltillada” a su hermano el Marques de Albaserrada, en 1920 D. Graciliano Pérez Tabernero adquiere de Santa Coloma alrededor de 120 vacas predominando, en casi la totalidad de ellas, la sangre más ibarreña (…)”. Tras este repaso al origen del encaste, nuestro invitado pasó a relatar cómo en 1939 nacía la ganadería que hoy está en sus manos. Su abuelo, D. José Escobar compra a D. Graciliano la mayor parte de la ganadería (400 cabezas), y tras unos años de estancia en tierras madrileñas, en 1944 bajan la ganadería a Salteras (Sevilla). Actualmente el ganado de este hierro se reparte entre las marismas de “Isla Mínima” y las tierras gaditanas del Campo de Gibraltar. El toro de este encaste en palabras del ganadero “suele ser negro, raramente cárdeno y se da algún castaño. Predominan las cuernas veletas o acapachadas y en cuanto al comportamiento suele ser un animal de especial bravura en el caballo presentándose muy encastado en la muleta, llegando incluso a ser duros. En definiva, hay que poderlos.” En cuanto a la evolución de la propia ganadería D. Mauricio nos comentó que le está costando mucho recuperar la cara que se perdió durante la década de los 70. Además, desde 1990 que es cuando él se hace cargo del ganado junto con su madre, han tenido que hacer frente a fuertes baches derivados de los problemas de la consanguinidad. Por ello decidieron abrir nuevas líneas comprándole 2 sementales a José Chafik, cuyos resultados parece ser que están resultando muy positivos: -“actualmente mantenemos dentro de la ganadería la línea antigua (puro Graciliano) más flojita, y la nueva reforzada por la sangre de los sementales de Chafik Además han aportado mayor cara, tamaño y fuerza aunque se ha perdido un punto de nobleza.”- nos comentaba el ganadero. Para finalizar alguno de los asistentes a la tertulia le preguntó al ganadero sobre los malos resultados de los últimos ejemplares lidiados por esta divisa en Las Ventas durante el año pasado. D. Mauricio nos explicó que no pudo traer a la corrida concurso ninguno de los dos toros que tenía preparados porque “los veedores no los veían” con peso. En cuanto al sobrero lidiado en la corrida de Partido de Resina nos confesó que ha sido el toro más malo que ha lidiado nunca, a pesar de haber dejado crías que han dado un gran resultado… Y así concluimos este ciclo de tertulias. Los asistentes habituales de todos estos jueves nos hemos ido con la sensación de haber aprendido cosas nuevas, haber conocido a los más representativos ganaderos de los encastes actuales y esperando que las futuras ediciones sean al menos, igual de positivas para todos.