La séptima de las tertulias de nuestra asociación de esta temporada contaba con un invitado de auténtico lujo, don Vicente Zabala de la Serna, periodista, crítico taurino y desde 1995 jefe de la sección taurina del diario ABC y sin duda una de las plumas más importantes de estos tiempos. Gracias a su presencia la sala registró prácticamente un lleno absoluto, unos setenta aficionados llegados de diferentes lugares con la ganas de conocer al crítico y sobre todo escuchar y hablar de toros ¡Y vaya que si se hablaron bastantes temas de calado! Señalamos también que entre el público se encontraba Doña Rosario Pérez, segunda de a bordo de Vicente en el ABC. Después de una interesante y breve presentación de nuestro presidente, quien nos recordó los antecedentes familiares taurinos del invitado, le cedió la palabra y éste empezó recordando los problemas personales que tuvo hace años con un socio nuestro, que está actualmente luchando por su vida, pero alegrándose de que últimamente todo se había solucionado gracias al diálogo personal con él y deseándole una pronta recuperación. Luego siguió comentando sus contactos taurinos familares (abuelos, tíos, hermanos...) y contándonos sus inicios en el periodismo, los cuales fueron bastantes duros pero le sirvieron para colmarse de experiencia tanto en lo profesional como en lo personal, ya que le descubrieron una leucemia galopante y tuvo que soportar con veinticuatro años un trasplante de médula de su hermana y a la vez intentar disfrutar de la profesión. Empezó trabajando en TVE, para luego ser contratado en Antena 3 Televisión para cubrir la feria de El Pilar de Zaragoza y más tarde por el programa de Antonio Herrero, a quién acompañó en su marcha a la cadena COPE hasta 1995, año en el que desgraciadamente falleció su padre en accidente aéreo y accedió al ofrecimiento recibido para hacerse cargo de la jefatura de la sección taurina del ABC. Desde esa fecha hasta ahora ha intentado que sus críticas o crónicas sean independientes, honestas y tengan equilibrio, tres principios heredados de su padre. “A veces lo habré conseguido y a veces no”, reflexionó. También mencionó su paso por la revista taurina Aplausos hasta el fallecimiento de su creador y su renuncia posterior, al no estar de acuerdo con las formas y maneras de los que vinieron detrás. A continuación nos hizo un resumen de lo que para él ha sido la temporada taurina del 2009, comenzando por decir que el año ganadero ha sido nefasto, la falta de bravura y la falta de casta en las dehesas es evidente, los ganaderos cada vez seleccionan menos o lo hacen menos acertadamente. Para nuestro invitado, esta temporada ha estado marcada por la crisis nacional, en el sentido de que los ganaderos han tenido que reducir costes en alimentos, saneamientos, los empresarios se han visto obligados a reducir numerosos festejos y todo ha tenido su repercusión en las plazas y en el campo bravo, añadiendo que en su periódico se publicó un reportaje de ganaderías, destacando que a final de la temporada se calculaban más de 2000 toros en las fincas españolas que se han quedado sin poder lidiarse. No tuvo pelos en la lengua a la hora de dar nombres, pues señaló que para él durante las dos grandes ferias hubo poco balance positivo. En la de abril de Sevilla tan solo destacaba la corrida del Ventorrillo y en San Isidro se quedaba con la tarde del 21 de mayo, cuando Morante de la Puebla inmortalizó al toro Alboroto con el capote. También mencionó que las ganaderías denominadas “toristas” han dado en la mayoría de las plazas un petardo ganadero, exceptuando Dolores Aguirre en Pamplona, José Escolar y Palha en Madrid y poco más. Destacó el gran momento de forma que atraviesan dos de las mejores ganaderías del momento, la de Núñez del Cuvillo y la de Victoriano del Río y otras dos ganaderías que están hundidas y no levantan cabeza, Juan Pedro Domecq y Zalduendo y aún así éstas siguen entrando en ferias importantes. Respecto a la suerte de varas, Zabala se siente tan decepcionado de la manera con que se hace esta suerte actualmente como todos los presentes en la sala, ya que él, un aficionado más, es consciente de lo mal que se está picando, comenzando porque los caballos llevan un peto exagerado de dimensiones y peso, los picadores no torean con el caballo y no lanzan la vara para frenar al toro justo antes del embroque, que es como debería ser y para colmo, no administran el castigo correctamente, pues se tiene la costumbre del monopuyazo o el primero exagerado y el segundo un simple picotazo, ya que casi nadie recuerda tres puyazos a un toro. Siguiendo con su disertación, no podía faltar hablar de nuestra plaza, Las Ventas, donde ve con peligro, al igual que el resto de los que estábamos presentes, que pueda mantenerse como plaza de temporada con esta empresa y la falta de carteles atractivos fuera de las ferias obligatorias. A continuación sacó a colación uno de los temas que más polémicas provocaron, como es de nuevo la intención de acabar con los tiempos muertos de la corrida sacando el caballo de picar por la Puerta Grande en vez de por donde sale habitualmente. Muchos nos opusimos con rotundidad, pues para nosotros no hay tiempos muertos sino lidias muertas. También se barajaron otras posibilidades, para que los caballos no tengan que pasar por los pasillos interiores de Las Ventas ni por la puerta de la enfermería, como podría ser la puerta de arrastre o que el caballo volviese por el mismo sitio que por donde ha salido. En todo caso no habría problema si los toreros diesen la lidia correcta y sujetasen al toro. “Pero ¿quién lo hace?”, se preguntó Zabala. Habló a continuación del gran desnivel del ruedo desde el centro hacia tablas y las dificultades para sacar del caballo al toro cuesta arriba tras ser éste a veces duramente castigado. Y expresó su sorpresa cuando se enteró de que la primera vez que se alisaba el ruedo quitando el desnivel del mismo fue en la Copa Davids de tenis. “¿Por qué no lo han probado en una corrida?”, se preguntaba. Nos mostró su disconformidad con la adjudicación de las plazas por concurso, pues lo ve como una injusticia y una falta de afición en las organizaciones. Esta opinión y su instinto de integridad y de no callarse le pudo costar caro a nuestro invitado, según nos dijo, pues en el año 2006 estuvo a punto de costarle el puesto de trabajo por su crítica a la gestión de Las Ventas y a los personajes que entonces la gestionaban, como Fidel San Román o Ramón Calderón. Otro comentario interesante y en el que nos pusimos todos de acuerdo es en que se debería cambiar el reglamento de la Comunidad de Madrid respecto a la concesión de las orejas en Las Ventas, pues en las últimas temporadas se están produciendo Puertas Grandes muy baratas, cortando una oreja en cada toro, sin nada de mérito ni importancia, por lo que se debería estudiar y tener en suma consideración que para salir a hombros de la plaza más importante del mundo se deberían cortar como mínimo dos orejas a un mismo toro, dejándolo así en manos de presidencia y aficionados y no en las de espectadores ocasionales. Terminando su repaso por la plaza de Madrid, habló de que el Tendido 7 es fundamental para mantener el nivel de exigencia de la plaza, tanto en el plano artístico del torero como en el del trapío y juego de los toros, pero que no estaba de acuerdo en que vaya gente a la plaza predispuesta a protestar o con el pañuelo verde o que no respeten cuando el torero está en plena faena, ya que para él hay momentos en que sí se puede protestar, aunque es consciente de que Madrid siempre ha sido y es una plaza vociferante y así se le hizo saber por los presentes. Otro de los temas de más importancia que sugirió nuestro invitado y en el que todos los presentes estuvimos de acuerdo es en que se debe pelear por todos los medios posibles la vuelta a la apertura de la Venta del Batán en Madrid y la Venta de Antequera en Sevilla, pues son unos escaparates de lujo para los aficionados amantes del toro, puntos de encuentro para hablar de toros, de la Fiesta y sobre todo pueden servir de inyección para crear afición, especialmente sobre todo a los jóvenes. Después de la extensa e interesantísima exposición del invitado, a veces interrumpida y contestada por los asistentes, se abrió un coloquio con un calado importante, donde Zabala tuvo que coger al toro por los cuernos y dar la cara como los buenos toreros, pues contestó con sinceridad y claridad a cada una de las “embestidas” de los presentes. Entre ellas se pidió su opinión respecto al humo de antitaurinos que estamos por desgracia viviendo últimamente. Echa de menos más defensa de los políticos, de los medios de comunicación y advirtió que tengamos cuidado, pues el enemigo y el fraude también esta dentro del mundo taurino. Preguntado que dónde encuentra el equilibrio en sus crónicas, respondió que no siempre termina satisfecho, intenta plasmar lo más destacable del festejo sin dejar pasar nada por alto pero lo más importante y difícil es ver el comportamiento del toro; luego se añaden factores como el poco tiempo disponible para redactar las crónicas y que gustar a todo el mundo es casi tarea imposible, puesto que un crítico debe ser sobre todo imparcial y que él en sus comienzos cree que era más duro y ahora lucha por conseguir ese equilibrio. No obstante, si habla bien de algún torero le acusarán siempre de ser fan y si lo hace mal de ser anti. Asimismo, señaló que tiene la suerte y el privilegio de trabajar en el ABC, que cuenta con una sección taurina continua durante todo el año, resaltando que no sustituyó a su padre por cuestión dinástica sino que el puesto se lo ofrecieron y tras pensárselo y meditarlo lo aceptó, algo que otros compañeros de profesión nunca reconocieron y por ello no han dejado de atacarle. Explicó también que algunas veces los críticos se sienten poco correspondidos por parte de la afición, que deberíamos hacer más fuerza y apoyar más la defensa de medios de comunicación taurinos. No quiso terminar sin aclarar su relación con el Círculo de la Dinastía Bienvenida, familia muy amiga de su padre y que fue en ambos entornos donde empezó a escuchar hablar de toros y donde se forjó su indudable afición, pero indicando que únicamente mantiene ahora discrepancias personales con Juan Lamarca, vicepresidente primero de dicho Círculo. A la pregunta de un asistente sobre por qué los críticos, antes de iniciar una crónica, no proponen una escuela de aficionados o no escriben unos parámetros para que sigan sus lectores cómo debe de ser vista la corrida por un aficionado, Zabala respondió en corto y por derecho, diciendo que si hubiese una escuela de lidia donde los que se visten de luces aprendiesen de verdad su profesión, el rito, el señorío del toreo y el amor y respeto hacia el toro bastaría para que cada uno en la plaza sintiese lo que está presenciando. Se mostró también en contra de cualquier tipo de manoseo con los toros, como pueden ser las fundas actuales y nostálgico con las desapariciones recientes de las ganaderías de Atanasio Fernández y la muy posible de Sánchez -Fabrés(encaste coquilla). Así, por tanto, don Vicente Zabala de la Serna con garbo y torería nos despachó en lo que dura una corrida actualmente, dos horas hablando de lo que más nos gusta, de toros, a todos se nos pasó el tiempo muy deprisa, ahora sólo nos queda seguir leyendo a Zabala en su ABC para seguir aprendiendo y contagiándonos de esta afición y de este amor único que sentimos los aficionados por el toreo, sobre todo a partir del amor por el toro.