El pasado día 22 de febrero, el de la entrega de los trofeos de la Asociación El Toro de Madrid, era muy esperado, al ser para todos nosotros el acto más importante del año, pues se premiaban el encierro más completo y el mejor toro, lidiados en Las Ventas en la temporada de 2006. La votación de los socios dictaminó que fuesen Victoriano del Río y Mulillero, de Adolfo Martín, respectivamente. Haciendo honor a su importancia, fue un acto de gran solemnidad, seguido con atención por los asistentes, que casi llenaban la sala de actos de nuestra sede de Casa Patas y que ovacionaron las distintas intervenciones. Tras una presentación del presidente, Pepe Carlos, en la que hizo un pequeño resumen de las diferentes procedencias de los socios, a los que sólo nos une el amor por el toro de lidia y la defensa de la integridad del espectáculo, se dio lectura al Acta Oficial del escrutinio, por parte de nuestro secretario Jesús. A continuación, Joaquín, del servicio de documentación, leyó una sucinta historia de la ganadería premiada, haciendo especial hincapié en que este ganadero, contra lo que suelen decir las malas lenguas, no es un recién llegado, sino que sus ancestros, desde su tatarabuelo, don Atanasio Rodríguez, pasando por su bisabuelo Vicente Cortés y luego su abuelo don Victoriano Cortés, ya fueron importantes ganaderos de la zona colmenareña de Guadalix de la Sierra. Durante la misma, el propio ganadero premiado interrumpió varias veces, aportando algunos datos desconocidos para la mayoría, unos con errores y otros que no figuran oficialmente en los libros. Más tarde se dio paso a la lectura de la crónica que en su día (el 11 de mayo) había hecho una de nuestras socias, Yolanda, recalcando la buena impresión que a todos nos causó la corrida, algo que casi nadie esperaba, pero sobre todo enfatizando la euforia colectiva que se desató aquel día en la plaza pidiendo orejas. Terminó su intervención animando al ganadero a seguir en esta línea. Finalmente, tomó la palabra nuestro amigo Facundo, que hizo un estudio pormenorizado del comportamiento de la lidia toro a toro, a partir de los apuntes y dibujos que él toma en directo durante cada corrida, sin ver luego ninguna imagen por TV, algo que sorprendió a muchos y dejó boquiabierto a nuestro ganadero premiado, que no conocían las habilidades de nuestro amigo. Tras estas intervenciones, el presidente hizo entrega de nuestro IX Trofeo a D. Victoriano Del Río, merecido ganador, aunque contra pronóstico. Tomó la palabra para agradecer nuestro premio, al venir este de un sector muy riguroso de la afición de Madrid, aunque a su entender, cree que últimamente hemos bajado nuestro listón de protestas y exigencias. Consideró que el toro lidiado en primer lugar, de nombre Adinerado, fue el que más le gustó, aunque el viento que hizo durante su lidia impidió verlo en su totalidad. Coincidió con lo que se había dicho, en que el encierro fue muy regular, que hubo toros que humillaron y fueron de menos a más, una de las cosas que más le preocupan en su labor de criador. Tras esta primera parte, se dio paso al II Trofeo al mejor toro. Nuestro joven socio Alberto hizo un canto a Mulillero, de Adolfo Martín, que el día 2 de mayo hizo que muchos aficionados recuperásemos la fe en el toro bravo, especialmente gracias a la buena disposición de su matador Luis Miguel Encabo, que nos dejó disfrutar de una singular suerte de varas, algo inusual en el panorama actual. A continuación, nuestro presidente hizo entrega del trofeo al ganadero Adolfo Martín, quien se mostró orgulloso de recibir el premio y glosó la gran calidad que a su entender tenía el toro premiado, incluso para haber sido indultado, agradeciendo también a su matador habernos dejado verle en una entrada final al caballo con el regatón. Tras estas intervenciones se dio paso a un animado coloquio, en el que los asistentes pudieron preguntar de todo a los ganaderos. Entre sus respuestas destacaremos que Victoriano anunció que la corrida que tiene reseñada para San Isidro de este año viene bien presentada, pero que la procedencia en vacas y sementales es distinta a la del año pasado. No obstante, espera que, como mínimo, salga igual que la del anterior, algo que todos deseamos por su bien y el del campo bravo español. Adolfo nos comentó que este año tiene dos corridas para Madrid y que viene un hermano de padre y madre del premiado el anterior, pero también destacó que en esto de los toros, dos y dos no son cuatro y puede pasar cualquier cosa. Como siempre, el ambiente fue acogedor, distendido y familiar y creemos que todos, tanto premiados como asistentes, salieron contentos de compartir un rato agradable hablando de toros, que es lo que más nos apasiona. Para terminar este breve relato diré que todos los ganaderos, como es natural, lo que quieren es vender su producto y los aficionados que ese producto sea de buena calidad y con garantía de integridad. Cuando ambas cosas se cumplan todos estaremos contentos y la fiesta se mantendrá cada vez más viva, por más que la quieran atacar últimamente politicuchos de tres al cuarto.