Visitó la Asociación El Toro de Madrid don Manuel Martínez Erice, miembro en cuarta generación de una familia dedicada al negocio del toro, conocida como “Los Choperitas”, hijo de José Antonio Martínez Uranga y sobrino de Manuel Martínez Flamarique, el finado “Manolo Chopera”, que fue también empresario de Las Ventas. Siendo aún joven se incorporó al negocio familiar para tomar contacto en el aprendizaje de las facetas de apoderamiento, ganadería y empresario, que su familia domina a la perfección desde hace muchos años. Le acompañó en la mesa el Sr. Babiano, su “relaciones públicas”, que sólo estuvo tomando notas. Después de una breve introducción por parte de Yolanda Fernández Fernández-Cuesta, nuestra vicepresidenta, que agradeció en nombre de la Asociación a los organizadores este ciclo de interesantes tertulias y a todos los aficionados que han tenido el detalle de asistir a las mismas, comentando que se han puesto todos los medios que tiene a su alcance esta Asociación con el propósito de que estuvieran llenas de contenido y fuesen a la vez variadas. Y añadió que la visita del último invitado de esta temporada se consideraba como tertulia “fuera de abono”, no habiendo podido hacerse antes debido a los compromisos que el empresario había tenido hasta la fecha. Comenzaría nuestro invitado comentando que Taurodelta gestiona la plaza de Las Ventas desde el año 2006, con la particularidad de que este año se han presentado al concurso con los señores Simón Casas y Matilla, pero éstos sólo como miembros del Consejo de Administración, hecho que resalta para que no haya falsas interpretaciones. Las haya o no, de lo que no cabe duda es que esta empresa, conocida como “Los Choperitas” (para distinguirse de la otra de su misma rama familiar, “Los Choperas”, ya que según comenta nuestro invitado eran los mayores de la familia) es un oligopolio en la fiesta taurina, dominando siempre donde han puesto los ojos como empresarios. Su empresa toca todos los palos de la fiesta: apoderamientos, gestores de plazas y ganaderos. Y además, hasta poseen una cuadra de caballos de pura sangre. Habló de la reciente unión, comentando que el acuerdo con Simón Casas se produjo casi a última hora de la presentación de la plica. Y sobre la incorporación de la “Casa Matilla”, explicó que siempre han mantenido muy buenas relaciones con ellos y que en su horizonte hace tiempo que tenían prevista una relación profesional, lo que ahora se ha podido consumar. La sociedad se seguirá llamando TAURODELTA y lo que han tratado de buscar con esta unión es tranquilidad, evitando con ello las rivalidades y la dureza del concurso, incorporando nuevas caras a la gestión, pues presentían que el empresario francés tenía intención de presentar batalla. A pesar de ello, le consideran una persona que sabe asumir las derrotas y con este hecho han tratado de no verse asfixiados como únicos gestores. Y sobre esto nos permitimos ahora una digresión. Los aficionados esperan y desean de la gestión de esta “trilogía contra-natura” que la única beneficiada sea la fiesta, a través de los aficionados y del público que asiste a ella. Sin embargo, según se fue desarrollando la tertulia se fueron difuminando dichas esperanzas, ya que de sus palabras se desprendió que, según ellos, la fiesta está muy bien como está y que nadie piensa llevar a cabo ningún cambio que perjudique sus intereses, ya que hay cola de espera de empresarios para hacerse con los poderes fácticos y poder así continuar aplicando los mismos métodos para seguir beneficiándose de ella. Por supuesto, todo ello con el permiso (y nunca mejor dicho) de la autoridad competente, tirando por la borda ese halo de esperanza que trajo hace unos días un coleta a este foro y que expuso con claridad: “Las únicas preferencias deberían ser para los aficionados, que son los que hay que cuidar y no a los toreros. Que salga el toro integro y para confeccionar los carteles de las ferias simplemente se debería aplicar el siguiente lema: En un bombo ganaderías, en otro toreros y hacer de esta forma el reparto”. Seguro que en este caso muchas “figuritas” se cortarían la coleta y se colocarían definitivamente “en las pasarelas”, ya que a lo mejor les han confundido de oficio, apostillamos nosotros. Y fin de la digresión. Comentó nuestro invitado el reparto de funciones que va a llevar a cabo cada uno. Simón Casas gestionará los temas culturales, sacando a colación que este año se va a dedicar al escritor norteamericano Ernest Hemingway, para lo cual se van a realizar numerosos actos. Y Matilla llevará la combinación de los carteles. Sobre la temporada venidera, sacó a relucir el empresario vasco que el tema de actualidad es el de los derechos de imagen de los toreros que forman el llamado G-10, pues han firmado con All Sport Media para que les lleve a cabo su gestión. Considera que esto es un impedimento añadido para su contratación, quedando los apoderados algo descolocados hasta ver cómo se desarrollan los acontecimientos en Valencia y Sevilla. En Madrid no habría estos problemas, ya que tampoco hay en la actualidad ningún contrato firmado para televisar las corridas de la feria de San Isidro. La única diferencia que ha marcado los derechos de imagen de los toreros es la negociación, que ahora hay que hacerla a tres bandas: TV, Empresa y Toreros. De momento, para no complicar más las relaciones, a los aficionados nos dejan fuera, ya que no nos tienen en cuenta para nada, solo para pagar la entrada y llegará el día en que no se podrá ni protestar, añadimos nosotros. Una vez llevadas a cabo las exposiciones que consideró oportunas el empresario, comenzó el turno de ruegos y preguntas que los asistentes tuvieron a bien realizar. Y se comenzó por una pregunta que estaba en el pensamiento de todos los asistentes: Si la Comunidad de Madrid ha rebajado el canon de licitación en una cantidad considerablemente inferior a la del año anterior (casi a la mitad) ¿cómo es que la empresa en estos tiempos de crisis se permite el lujo de subir un 5% el precio de las entradas, siendo el IPC menos de la mitad de la subida? No hubo una respuesta que convenciera a ninguno de los asistentes y creo que tampoco al empresario, que se limitó a eludir la responsabilidad, a través de sus confusas y balbucientes palabras. En realidad poca defensa había al respecto, salvo implícitamente reconocer que la empresa va descaradamente a sacar el máximo rendimiento a su gestión, por supuesto con el permiso de la Comunidad de Madrid, que permitió que en el Pliego de Condiciones quedase reflejada oficialmente la cuantía de esa subida. Vergonzoso el comportamiento de estos políticos, vigilando “con esmero” los intereses de los aficionados, basándose únicamente en que la plaza de Madrid es barata. Desde luego que es barata. Es barata para los aficionados, que ven cómo la primera plaza el mundo va perdiendo calidad año tras año, donde los taurinos han impuesto sus condiciones, importándoles muy poco la fiesta y consiguiendo sacar como sea el máximo provecho de ella, aunque sea cargándosela, decimos nosotros. Es reglamentaria y legal la subida, pero ¿es ética? Salió también a relucir el tema de los derechos de TV, a lo cual nuestro invitado expuso que los toreros no quieren negociar con empresarios que tienen ya firmados contratos con cadenas de TV para televisar las ferias de las plazas que gestionan, exponiendo que ellos quieren recibir la parte que les corresponde. Por eso los carteles de la feria de San Isidro se están llevando a cabo sin tener en cuenta la televisión. Y si el empresario la contratase tendría que renegociar con los toreros, pues alegan que se “quema su imagen”. Y sólo si es interesante para ambas partes se firmaría el contrato definitivo. Es lo que el aficionado llamaría la “integridad” de la fiesta, pero en el aspecto económico sólo y en beneficio de los toreros. Y decimos nosotros que ahora lo que hace falta es que, en el contrato que firme el aficionado con la empresa figure que los toreros de alto caché se enfrenten a corridas donde el ganado sea elegido por los aficionados. Y entonces, por supuesto, ya veríamos si lo que “quema” es la televisión o lo que salga por toriles, sin manipular, evidentemente. Sobre las cuentas realizadas por el empresario respecto a la TV, comentó que, si no se televisan se ahorran 3 millones de €, pero por otro lado dejan de ingresar 4 millones y terminó comentando que Canal + le debe a su empresa 1.700.000 €. Se le dijo también que no nos ha gustado a los aficionados lo de la empresa tripartita y que además consideramos que ciertos toreros (las “figuras”) han derrotado a los empresarios, exigiendo carteles y ganado. Y se le dice que habría que cambiar el sistema para bajar los humos a los toreros, pues los aficionados en este caso sí apoyaríamos a la empresa. Pero tampoco a todo esto dio una clara respuesta. Estaba claro que todos quieren que todo siga igual, excepto los aficionados. Respecto a la pregunta: ¿Si no hay TV, quien pierde más?, el empresario comentó que la feria ganaría en ambiente. Por parte de los toreros, insistió en que la imagen de los toreros se “quema” más con la TV, pero consideró que si no se llega a televisar la feria, ellos mismos comprenderán que se han equivocado. Con relación a los detalles de los carteles de la feria que se le pidieron, no quiso decir mucho con la excusa de que aún están negociando, pero comentó que Alejandro Talavante (al que ellos apoderan) viene dos tardes y una más está pendiente si se encuentra ganado adecuado para las exigencias del torero. Un aficionado apostilló que a Madrid debería venir el torero que sepa torear y otro comentó que Moreno Silva tiene una corrida preparada para venir a la feria. En este momento, sin comentar nada respecto a lo que se le requería, el Sr. Martínez Erice desveló que les ha costado mucho convencer a Morante de la Puebla para que venga dos tardes a Madrid por lo que, a través de las declaraciones del empresario, los asistentes llegamos a la conclusión de que las figuras no quieren venir a esta plaza ya que, como es costumbre, tienen la temporada firmada antes de que comience. Y para qué van a exponer su credibilidad, si en las demás plazas el nivel de exigencia es mucho menor y por supuesto el triunfo casi lo tienen asegurado. Añadió también nuestro invitado que para esta feria de San Isidro se ha contratado a nueve de los diez que forman el llamado G-10, quedando excluido sólo Enrique Ponce porque, al parecer, no desea venir a Madrid. Se le critica también al empresario que no se den oportunidades a los toreros jóvenes, a lo que contesta que la feria no da para más. Otro aficionado saca a relucir que Simón Casas definió hace tiempo a los exigentes de esta plaza como “voceros” y que ha aprendido mucho el francés en el tiempo que lleva en este país. Nuestro invitado se limita a escuchar esto pero alega que no tiene nada que decir al respecto. Se le hacen también una serie de preguntas, algunas relacionadas con la prensa, diciendo que están al servicio de los taurinos, debido a unas declaraciones de Simón Casas a Iñigo Crespo. También sale a relucir que este año se cumple el aniversario de la alternativa de Joselito El Gallo y que dado que han tomado el camino de los actos culturales y la relación que este torero tuvo con esta plaza, podían haber tomado en consideración este hecho, en vez de lo de Hemingway. No hubo respuestas para estas preguntas. A continuación se vierten una serie de críticas sobre la existencia de poderes taurinos acumulados en este mundillo, como es el caso de torero, ganadero y empresario, ignorando al aficionado. Los empresarios negocian con los ganaderos y con los toreros a la baja, pero no lo hacen con los aficionados. Y menos aún bajar las entradas. El resultado es que el empresario aumenta sus ingresos y no tiene compromiso alguno con los aficionados. Se le plantea que en compensación regale una tarde de la feria a los abonados. Sobre estos temas el invitado sólo comentó que los ganaderos han exigido más dinero por las corridas este año. Por los datos que posee el aficionado, se le dijo que será la ganadería de Núñez del Cuvillo la única que al parecer está en condiciones de exigir, por las preferencias que tienen los toreros hacia ella, ya que casi todas las demás están a la baja. Siguiendo con las preguntas que los aficionados le siguieron haciendo al invitado sobre pagos, costes, etc. la mayoría quedaron sin responder, aunque se puso de manifiesto que es tal el agravio comparativo del trato que recibe la fiesta en cuanto a otros espectáculos, que es difícil mantener el ánimo, incluso para insistirle a que responda. En resumen, que ante muchas de las preguntas, los contertulios quedaron huérfanos de respuestas por parte de nuestro invitado, ya que se pudo comprobar (y así quedó demostrado) que su presencia era de puro trámite, dando la cara, sí, pero tratando en todo momento de eludir la responsabilidad que tiene sobre el compromiso adquirido con la fiesta al gestionar la primera plaza del mundo. Salieron también a relucir las ganaderías que vienen a la feria, indicándole algunos aficionados que cuando aparecen las figuras la movida de corrales está garantizada. Y se le dijo que, a través de las exigencias que año tras año han tratado de imponernos los taurinos, han conseguido meter en Madrid el medio-toro, especialmente en los carteles de figuras, aunque cada vez más, incluso en otras corridas. Y se le acusó de que sobre esto su empresa a veces tiene doble responsabilidad, ya que también son apoderados. El invitado se limitó en este caso a aceptar que efectivamente el 90% de la responsabilidad del toro que se lidia en Madrid es de la empresa. Y ahí “se le pilló”, puesto que en sus manos está evitar el medio-toro ¿O no? Salieron a colación otros temas, como la formación del cartel de la corrida de Beneficencia, hacer públicas las actas de los presidentes y algo, hasta ahora tabú, sobre todo para la “prensa amarilla” de este sector: “Lo que cobran los toreros”, pues así la afición podría exigir más al que más cobra. Sobre esto último quedó sorprendido el invitado, respondiendo con una “larga cambiada”: “¿Qué dirían los toreros si yo hiciera públicos sus emolumentos?”. Se le replicó que, en cualquier otro tipo de espectáculo, son de dominio público los contratos que tienen firmados sus componentes. En los toros no. Todo es secreto, como en la mafia. Y se oyeron comentarios de los asistentes, tales como: ¡Estos periodistas, qué maridaje mantienen con los taurinos! Respecto a la corrida de la Beneficencia, volvió a aparecer el tema de que los toreros no quieren ver ni en pintura a la plaza de Madrid. Otro contertulio definió a la de Beneficencia como “la corrida del pasteleo”. Con relación a los festejos de los domingos fuera de feria, comentó un aficionado que están totalmente desprestigiados. Nuestro invitado, ahondando en el tema antes tratado, argumentó que las figuras no quieren venir a Madrid, ya que tienen planificada su temporada. Cualquier argumento les es válido para eludir Las Ventas. Se le replica que si hubiera un mínimo de interés por ambas partes, los toreros podrían planificar su temporada incluyendo Madrid. La pregunta que le planteamos es: ¿quién está interesado en asistir a las corridas fuera de feria? Y la respuesta es obvia. Aparte de los aficionados, nadie. Las figuras no vienen y los empresarios si las pudieran eliminar lo harían, ya que son antieconómicas. Y surge un clamor entre los presentes: “No se puede permitir que los toreros que se consideran figuras huyan de Madrid”. Y si es así es que no son tales figuras. Y sale como ejemplo el caso del torero Manuel Caballero, que fue obligado por la “casa Lozano” (que era la que le apoderaba entonces) a matar en solitario una corrida de Victorino Martín en la corrida de La Beneficencia, ya que ninguno de sus compañeros quisieron anunciarse con esta ganadería. Y lo curiosos es que además triunfó. Se siguió insistiendo en que hasta hace no muchos años en esta corrida se acartelaban los triunfadores de la feria, pero hoy los toreros huyen de ella. Y alguien añadió: “Claro, las pasarelas a algunos no les dejan tiempo para más”. Por otra parte, nuestro invitado anunció que van a llevar a cabo una campaña a través de los medios públicos, redes sociales, etc. con el fin de atraer a la juventud a la fiesta, para lo cual han aumentado el cupo de tarjetas para jóvenes. El único compromiso que se le pudo sacar al empresario fue que se traería la ganadería de Miura en los próximos años, pues los toros de Zahariche no acuden a Las Ventas desde el año 2006/2007. Y apostilló que ellos la trajeron y fue una corrida, según su definición, “muy cara y muy mala”. En cuanto a la variedad de encastes que acuden a las Ventas, reconoció que la empresa hace lo que puede (aunque a nuestro entender es casi nada) y que para el mes de septiembre se va a celebrar un certamen basado en distintos encastes. Veremos lo que nos traen. Anunció también que, en la próxima feria, Iván Fandiño ha solicitado matar la corrida de Adolfo Martín (algo que hace dos tertulias nos había dicho ya el torero en este mismo lugar) y que el mexicano David Silveti confirmará alternativa en la feria junto a El Juli y Sebastián Castella, con toros de Núñez del Cuvillo. Se le insistió sobre Moreno Silva e indicó que el ganadero quiere venir a Madrid, pero no en el mes de agosto. También anunció la vuelta a San Isidro del ganadero de Galapagar, Victorino Martín. Se le criticó al empresario que a Madrid no traen las cabeceras de las camadas y si ello es porque hay que pagarlas adecuadamente. A lo cual comentó que se habla mucho del toro de Pamplona, pero que también había mucho mito respecto a esta plaza. Supongo que esta defensa la hizo debido a que, según se comenta en todos los foros taurinos, Pamplona paga mejor que otras plazas. Y claro, es lógico que los ganaderos le ofrezcan lo mejor de sus productos. Y así nos dio otra “larga cambiada”. Muchos otros comentarios surgieron durante la tertulia, incluso como hemos dicho algunos que no dieron lugar a plantear ninguna cuestión a nuestro invitado, pero que dejaron sobre el ambiente un mar de desesperanza, ya que el Sr. Martínez Erice no quiso en ningún momento unirse a las reivindicaciones que los aficionados presentes mostraban a través de sus palabras. Apareció de nuevo en las intervenciones de los asistentes la poca vergüenza torera de las figuras de hoy. Y se dijo entre otras cosas que estos toreros sólo la tienen hasta llegar arriba del escalafón pero, una vez allí, se olvidan cómo llegaron y lo que es más importante lo que les costó a muchos de ellos llegar, para perder luego dicha vergüenza torera, rodeados de gente sin escrúpulos, que solo tienen como único objetivo enriquecerse, utilizando a la fiesta como argumento. Tanto toreros, como empresarios y apoderados, como si fueran miembros de una misma familia, luchan buscando un único fin, la especulación a través de la corrupción. Los toreros le echan la culpa a la TV que quema su imagen, pero no se niegan a torear esos animalitos manipulados, que cualquier profesional con un poco de honradez sentiría vergüenza en vestirse de luces para ponerse delante de ellos Hay que tener cara dura para tratar de engañar a los aficionados con sus comentarios, que son denigrantes para cualquiera que los escuche ya que ponen en duda su inteligencia. El G-10 no defiende la fiesta, solo defienden sus intereses económicos, porque los únicos que la defienden son los aficionados de base y de pasar por taquilla. Mucha prensa hay de toros, pero poca información de lo que ocurre alrededor de ella se da, se nota que está todo atado y bien atado. “Como en el crimen organizado”, llegó a decir alguno. De todas formas, como todos nos considerábamos con un halo de vergüenza, aunque no fuera torera, agradecimos aplaudiendo educadamente la presencia de este empresario que, aunque no fue muy explicito en sus comentarios, sobre todo los referidos a la defensa de la fiesta, esperemos que algún día muestre algo de interés en su beneficio y...en el de los aficionados. Muchas gracias, empresario, por venir a dar la cara, aunque...lo importante para nosotros era que quedase demostrado públicamente ante los presentes que él está al otro lado de la trinchera de los aficionados. Esto quedó clarísimo. Sólo nos quedan las pancartas en la plaza para protestar, pues la autoridad también está de su lado. Y así se le hizo saber al despedirle. Nota final. Don Manuel Martínez Erice pertenece a la tercera generación de una familia dedicada, desde 1935, al mundo taurino. Su padre, José Antonio Martínez Uranga, Choperita, nació en San Sebastián hace 76 años y allí vivieron todos, abuelos, padres, tíos y primos en la misma casa: «Éramos una familia muy unida». De todos ellos aprendió a ser empresario a la vez que se ilusionaba por la tauromaquia. Terminados sus estudios de ingeniero agrónomo, en 1960 recibió su primer encargo: apoderar a Paco Camino, que acababa de tomar la alternativa. Desde entonces hasta hoy ha sido empresario de más de 20 plazas españolas y de una docena de ellas entre Francia y América. Llegó a apoderar al tiempo a cinco de los más grandes del momento: Paco Camino, el Niño de la Capea, Dámaso González, Paquirri y Manzanares. Ahora representa a Talavante y a Miguel Tendero; es dueño de una ganadería –la de Miranda de Pericalvo– y de una cuadra de caballos de carreras con la que ha ganado todos los premios que se conceden en nuestro país. Es, además, propietario de las plazas de Badajoz y Salamanca; gestiona también la de Zaragoza y se acaba de estrenar como empresario del palacio de Vistalegre con la Feria de Invierno 2010 –cuatro corridas de toros y una de rejones–, donde ha logrado reunir en sólo tres tardes de febrero a Jesulín, el Cordobés, Rivera Ordóñez, el Juli, Manzanares, Perera, Morante, Talavante y Cayetano.