La segunda tertulia de esta temporada tenía un gran interés, pues contábamos en nuestra Asociación con dos protagonistas de los más destacados durante la temporada venteña y quizás por eso la sala recogió casi un lleno absoluto. Uno de los invitados fue el Dr. Máximo García Padrós, al que se le puede considerar triunfador de la temporada por la acción destacada de sus manos que, realizando su labor en numerosas cogidas en nuestra plaza han salido para adelante, sin dejar recaídas ni secuelas importantes, los de luces. Junto a él estaba invitado el diestro Israel Lancho, protagonista de la cogida más dramática que se ha producido en la plaza de Madrid durante los últimos años. Después de una breve presentación de los protagonistas, pronto empezó el turno de preguntas en el que ambos respondieron con rotunda claridad y sinceridad para admiración de los presentes y aunque hubiera unas preguntas que pusieron a nuestros invitados en varios aprietos, ambos supieron salir con la verdad por delante en cada situación. Se habló mucho del toro “Sevillano”, de la ganaderia de Palha lidiado el 27 de mayo en sexto lugar durante la pasada feria de San Isidro, cuya muerte correspondió al matador Israel Lancho el cual resultó cogido de manera espeluznante produciéndole una cornada de unos 20 cm. A todos nos conmocionó e impresionó el relato de lo acontecido según palabras del propio matador, como que para él lo más importante cuando llegó a la enfermería fue conocer si había matado al toro o no y que lo único que notaba era que no sentía las piernas. Él nos relató que ese día se enfundó el traje de luces preparado y predispuesto a lo que podría suceder, sabía que ese toro le podía coger, mas no quería arrepentirse por no volcarse a la hora de matar como le sucedió el año anterior con un toro de Celestino Cuadri, por lo que era de su conocimiento que ese día se tenía que tirar a matar, a matar de verdad ya que la temporada iba cuesta abajo, ni si quiera le habían colocado en los carteles de su tierra, Badajoz. Vista la situación sólo le podía salvar un triunfo y ese ansia fue lo que le llevó a buscar el camino de más verdad y más honrado. A la pregunta de un socio que mencionó la polémica surgida (tanto en un sector de la crítica taurina como en el círculo del torero) al enjuiciar la actuación del mayoral de Palha cuando salió a recibir una ovación por parte de la afición al finalizar el festejo estando él ya en la enfermería, el matador nos confesó “Para mi madre y toda mi familia fue una tremenda falta de respeto ya que aún no se sabía si me encontraba con vida o no” y concluyó diciendo “Aunque no le guardo rencor al ganadero, tampoco quiero de su amabilidad”. Respecto al Dr. Máximo García Padrós, nos sorprendió contándonos que no le gusta ver los toros desde el callejón, le gusta verlos “entre rejas” desde la puerta de la enfermería. En el caso de la cogida del matador invitado, él nos destacó “Me encontraba en la enfermería y vi la cogida por televisión sabiendo desde el primer instante que se trataba de una cornada bastante seria, cuando llegó Lancho lo primero que procedieron fue encontrarle la vía para intentar parar la hemorragia y anestesiarle”. Además enfatizó que le impresionó la frialdad con que el torero entró a la enfermería y señaló que si no es por su gran estatura, la cornada podría haber tenido consecuencias bastante peores. Se felicitó al doctor por su buen hacer durante toda la temporada, en la que han pasado por la enfermería muchos toreros y todos gracias a Dios y las manos de este magnífico cirujano no han sufrido lesiones ni recaídas por las cogidas, nos recordó que la temporada de 1964 y ésta pueden ser las más sangrientas desde que él pertenece al equipo médico de esta plaza siendo ya muchos años desde que fuera segundo ayudante de su padre y del doctor Jiménez Guinea. En un ambiente más cordial, el doctor nos comentó anécdotas interesantes que ha vivido en primera persona, como la gravísima cogida de los años sesenta de Emilio Oliva, o que hace tiempo cuando un torero estaba en la enfermería y queria salir al ruedo y evidentemente por sus heridas no estaba en condiciones de ejercer la lidia, se llamaba a los agentes de autoridad para que se lo prohibiesen. Valoró mucho a los toreros que estando muy presionados para torear, se recuperan gracias a su juventud y a su tesón por ser toreros. Subrayó que los toreros son dueños de sus actos y que ellos mejor que nadie saben si están en condiciones o no para poder torear, así como no quiso comprometerse sobre si hay toreros que consumen sustancias estupefacientes antes o durante la lidia. Terminó la tertulia augurando un futuro esperanzador para ambos pues Israel lancho ya sabe que lo más seguro es que actúe en dos ocasiones durante la próxima temporada en Las Ventas y Don Máximo deseando hacer el menor uso de su profesión en la monumental. Así pasaron las dos horas que duró la tertulia, para muchos fueron cortas pero nos dio tiempo a escuchar cosas muy interesantes, asimismo conocer a dos grandes profesionales. Desde aquí, mucha suerte a ambos.