DETALLES DEL FESTEJO
Plaza de Toros Las Ventas
26 Septiembre 2010 | Escrito por Alicia Valdeavero | Fotografías de Constante
Novillada con picadores. Ciclo 8 Naciones. Se lidiaron 6 novillos de Lozano Hermanos, correctos de presentación y que mansearon por regla general. El de mejores condiciones de la tarde fue el tercer novillo que saltó al ruedo. Peso de los novillos: 456, 485, 493, 489, 509 y 476 kilos.
MANUEL LARIOS: (gris perla y plata): media estocada trasera y tendida, media estocada caída (SILENCIO). Estocada (VUELTA AL RUEDO PROTESTADA).
SANTIAGO NARANJO: (Salmón y oro con alamares en negro): metisaca, media estocada baja (OVACIÓN DESDE EL TERCIO). Estocada caída que hace guardia, estocada caída, dos descabellos (SILENCIO TRAS AVISO).
PABLO BELANDO: (Blanco y plata): seis pinchazos, tres descabellos (SILENCIO TRAS DOS AVISOS). Cuatro pinchazos, bajonazo (SILENCIO).
Tercio de varas: Picó mal Antonio García Berzosa al tercero y picó aún peor Dionisio Grillo al cuarto.
Otros:. Presidió Manuel Muñoz Infante, sin problemas. Se desmonteró Cándido Ruiz tras dos grandes pares al tercer novillo de la tarde. Se declara como triunfadores del Ciclo de Novilladas Ocho Naciones a Manuel Larios y a Jimenez Fortes.
Parece que hacer las crónicas de las novilladas venteñas es siempre es siempre lo mismo, dado que todos los novilleros vienen en las mismas (malas) condiciones. Todos tienen los mismos (malos) hábitos. Las mismas (pocas) ganas.
También hay que reconocer que la novillada no fue gran cosa, pero los chavales estuvieron mil veces peor que los novillos. El ejemplo más claro de esto lo vemos en Pablo Belando con el tercero de la tarde, un novillo que fue pareado de forma excelente por Cándido Ruiz y que fue desaprovechado por el novillero. El novillo no hizo ningún extraño en ningún momento y siempre que el muchacho le llamaba iba, pero él nunca supo qué hacer con el animal. Es un caso más, de tantos que vemos, de un novillero que no sabe hacer frente a su oponente. Una pena. Por cierto, a ver si desde el callejón le recuerdan a Belando que a los toros hay que matarlos con la espada y no como lo mató él, con seis pinchazos y tres descabellos. En el segundo de su lote vimos a un novillero sin ganas, que tardó en ir a por su novillo; en el tercio de varas él estuvo parado y sus subalternos metieron al toro al caballo. Yo creo que con esa actitud no se puede venir a presentarse en Madrid.
Santiago Naranjo fue el novillero que mostró más recursos de los tres. En su primero estuvo mejor que en su segundo, al que se le realizó una lidia horrorosa. Y por supuesto, al igual que su compañero anterior, nos dio una serenata con la espada.
Manuel Larios fue el novillero que abrió cartel y el ganador (junto con Jiménez Fortes) del Certamen 8 Naciones. En su primer novillo, Larios nunca llegó a encontrarse. Estuvo bailando durante toda la faena. La lidia de su segundo novillo le valió para dar una vuelta al ruedo protestada. Y no me extraña que se protestara, porque la faena no fue merecedora de esa vuelta. Durante La misma estuvo todo el rato perfilero y mal colocado. “Toreo moderno”, como lo llaman ahora.
Así que, en resumidas cuentas, en esta novillada vimos lo de siempre, algo a lo que nos tienen acostumbrados tarde sí y tarde también. Novilleros mal colocados, sin conocer los terrenos donde deben torear a los novillos, novilleros desganados que vienen a Madrid como figuras… Una tarde más, vimos más de lo mismo.