Un año más se celebró en el aula polivalente de Las Ventas el habitual repaso de la temporada que La Asociación El Toro de Madrid viene realizando desde hace ya once años.
“Una temporada lamentable"
Este año se contó con la presencia de los periodistas Emilio Martínez y Pedro Sáiz; y con el ganadero José Escolar, así como la obligada presidencia de d. José Pedro Gómez Ballesteros. La postura de los aficionados y los ponentes en cuanto al desarrollo de la temporada coincidió: ha sido un año nefasto. Aunque se destacaron detalles dentro del desierto como el novillero Alejandro Talavante, los pares de Luís Carlos Aranda o los de “El Madrileño” y las estocadas de Uceda. En cuanto al aspecto ganadero, fue espectacular la suerte de varas de Mulillero o la novillada de Rehuelga, además de la grata sorpresa de la corrida de Victoriano del Río. Salvo estos casos, la realidad ha estado marcada por la nefasta gestión de la empresa al establecer carteles lamentables durante la temporada, la inclusión de novilleros con apenas bagaje, o la elección de ganaderías destinadas al fracaso como Sepúlveda o El Sierro, ésta última nada más y nada menos que en la Feria de Otoño. Además se echó de menos a ganaderías como la de José Escolar, quien preguntado por su ausencia contestó que la empresa no se había interesado. Se denunció también la apertura de 2 taquillas únicamente al comienzo del festejo, lo que provoca que muchos aficionados entren en el segundo toro, y que otros muchos no lo hagan. José Pedro Gómez Ballesteros, quien no defiende a los aficionados (su labor) y continúa diciendo que la empresa ha ejercido muy bien, apuntó que tomaba nota de esta circunstancia. Sus notas se quedarían perdidas o no volvería a mirarlas, porque tres días después se produciría uno de los hechos más lamentables de la temporada. El día 15 de octubre, se volvieron a abrir nada más que dos taquillas, lo que provocó unas colas hasta el metro ya en el segundo toro. Dada ésta circunstancia muchos aficionados no pudieron entrar, y los que venían por primera vez no es difícil pensar la imagen que se llevarían. Una vez más la empresa y el centro de Asuntos Taurinos habían dado un palo grave a la Fiesta. Con la ilusión de que la temporada que viene cambien las caras y se tomen las medidas oportunas, lo que provocará que los resultados del análisis sean completamente opuestos, o por lo menos no tan nefastos se cerró este acto que contó con gran cantidad de público.