Joven, comunicativo, de fácil palabra, las ideas muy claras en cuanto a la cría del toro bravo y encastado y tenaz en la busca del toro soñado, se presentó en la tertulia de La Asociación, D. Álvaro Martínez-Conradi, representante de La Quinta e hijo del fundador de la ganadería, allá por el año 1987. Como es habitual, el prefacio de la tertulia corrió a cargo de Roberto García Yuste acompañado de Carlos Rodríguez Vila, que hicieron una interesante introducción de nuestro invitado, destacando dos frases, una que su ganado es considerado el más regular en la suerte de varas, sus toros han sido premiados en varias ocasiones por nuestra Asociación, y segundo que criar toros del encaste Santa Coloma es una tarea titánica, para lo cual su línea de selección es conseguir un toro noble y con clase, más en la línea de saltillo que de Ibarra. .
No era momento de extenderse en loas, el lleno del local mostraba el aprecio de los aficionados hacia el ganadero y su manera de entender la crianza del toro bravo. Vimos a nuestro invitado relajado, hecho que le permitió lidiar con solvencia las preguntas a las que fue sometido, mostrando una elocuencia digna de admirar. Una vez que tomó la palabra lo primero que expuso fue que su padre no ha sido nunca asiduo a estas representaciones, como tampoco imaginaba alcanzar la cota que representa su ganadería. Han ido moldeando el ganado en base a las preferencias de los aficionados, a sabiendas de las dificultades que representaba esta decisión, su mejor aliado fue su ilusión.
No quiso expandirse mucho, consciente de la impaciencia de un ramillete de aficionados muy interesados en ampliar sus conocimientos sobre su ganado. La primera pregunta fue del presidente, interesándose por el momento actual de su ganadería. Respondió el invitado que la forman 250 vacas y 18 a 20 sementales, que van rotando en las cubriciones buscando la casta, la fiereza, la transmisión en sus embestidas y evitar, en lo posible, el problema de la consanguinidad, ya que es difícil refrescar con otras ganaderías. Hace 12 años estudiaron el tema genético y lo que hacen es abrir y cerrar los cruces, consiguiendo una buena gestión, pero si tuvieran que refrescar con otra ganadería con la de Rehuelga tienen muy buena relación, intercambiando sementales. Destacó las ganaderías de Los Maños, Ana Romero, Pallarés y Flor de Jara del mismo encaste. Sobre las ganaderías de la rama ibarreña de Santa Coloma, Graciliano y Coquilla, es una pena que hayan ido disminuyendo. También aclaró que de una vaca sacaron tres sementales y el novillo Abejorro. Nuestro presidente expuso que los aficionados son criticados porque exigen el toro grande, añadiendo que las figuras no quieren lidiar sus toros. Indicó D. Álvaro que al tendido 7 lo ha aceptado siempre, y su opinión le ha servido para abrirle las puertas de otras plazas, menos Sevilla, en la cual aún no ha lidiado. Continuó dando algunas pistas sobre los problemas de este tipo de encaste, ya que muchos presidentes y veterinarios no comprenden la seriedad de su trapío. A los empresarios les da miedo apostar por estas ganaderías. Y a los toreros no digamos, añadimos nosotros.
Respecto a su padre, aclaró que fue rejoneador por afición, pero no dudó en comprar ganado de procedencia Buendía. Respecto a la elección de un toro, respondió que le costaría mucho quedarse con uno, ya que son varios que por su comportamiento han merecido quedasen en la retina de sus recuerdos. Algunos de ellos lidiados en plazas francesas. El Rosco recordó una frase de los taurinos: “Que vienen los grises”, decían, por el predominante tono cárdeno de este encaste. (Nota aclaratoria para incipientes). El ganadero aportó que con ello buscaban el desprestigio. Ellos buscan su beneficio en base a la difamación de la fiesta a través del principal protagonista de este negocio: EL TORO, añadimos nosotros. Respecto al Batán es una propuesta que le encanta, ya que es un amante que los toros vuelvan a este paraje de manifiesto, con ello se abriría una puerta importante en la relación del toro y los espectadores.
Respecto al premio recibido en la corrida concurso de este año, expuso que no lo esperaba. El animal dio en la báscula 630 kg., ajustándose con ello a las exigencias requeridas en Las Ventas y que venía de buena reata. Respecto al toro de Baltasar Ibán comentó que fue un animal importante. La suerte de varas en su ganadería es de vital importancia en la tienta. En la colaboración en las novilladas para la promoción de la fiesta, indicó que ellos y otros ganaderos de prestigio colaboran, pero hay municipios que lidian ganado de otras ganaderías más baratas incluso en la zona que pertenecen. Respecto a la reducción de gastos en ellas, ve con interés que se reduzcan picadores y subalternos, si estas medidas sirven para relanzarlas, ellos se han ajustado en momentos de crisis.
Salió a relucir el toro Cedacero de Bucaré. Anotó el ganadero que este toro se iba a lidiar en Bilbao, pero al final se quedó como semental. Después fue vendido a Chafik Ellos tuvieron un hijo suyo. Respecto al trapío, durante la década de los años 50-60, se achicó mucho, pero cuando llegó la casa Chopera logró aumentar el volumen del ganado. Un aficionado preguntó cómo este año no va a la plaza francesa de Vic-Fezensac y su opinión sobre la suerte de varas. Sobre la suerte de varas indicó el ganadero que hay que cambiar muchos detalles. Uno de ellos es la puya, hay que hacerla más pequeña. Sobre el caballo está de acuerdo con el que se utiliza actualmente. El toro en Francia sangra la mitad que en España, ya que la puya aquí es muy dañina. Añadió que no entiende porque no se pica con el regatón una vez que el toro ha sido picado y los aficionados quieren verlo de nuevo en el caballo. Con este método no se desgasta tanto al animal. Dicho queda. Respecto porque no acude a Vic-Fezensac. Comentó que no dispone de ganado suficiente.
En cuanto a la elección del ganado, considera que no hay sintonía entre las autoridades, veterinarios y los ganaderos. A estos no les dan la oportunidad de equivocarse. Respecto a este tema, el veterinario de Las Ventas, René Díaz, aportó que en la pasada temporada, la corrida del Puerto de San Lorenzo no fue buena, el ganadero confiaba en el 4º y lo dejaron lidiar, sin embargo decepcionó, sin embargo en la corrida de Valdellán hicieron caso también al ganadero y el toro salió bueno. Y aclaró que a veces eligen el toro más grande para no soliviantar a los aficionados. Le preguntaron al ganadero su opinión respecto a los toros que las figuras encumbrar sin haberlo visto en el caballo y la fiebre que hay sobre los indultos. Sobre los indultos no está de acuerdo, es una manera de contrarrestar a los antitaurinos, pero que la exigencia al toro en la plaza es buena para el ganadero. Respecto a la bravura, tiene su ideal, pero respeta a los demás ganaderos. En sus relaciones con ganaderías comerciales, contestó que no vende toros a ningún ganadero y respecto a las fundas, anteriormente no las ponía pero se dio cuenta que estaba en desventaja en cuanto a la presentación de las defensas de sus toros y desde entonces las ponen.
Salió a relucir la distancia que existe entre las figuras y las ganaderías duras como la de nuestro invitado, aportando éste que en el año 2010, Julián López, El Juli, toreó un toro de su ganadería en la corrida de la Prensa y no estuvo bien, pero triunfó en Dax, Bayona, y Bilbao. Al siguiente año el ganado no salió bueno, y el torero decidió alejarse de esta ganadería. Supongo que le contratarían en otras plazas es una suerte que otros no tiene, añadimos. Es un aliciente para la fiesta que las figuras, se decanten por otro tipo de ganado del habitual, añadiendo que un error del ganadero siempre lo paga caro, por ese motivo este tipo de ganado necesita toreros que entiendan su ganadería y que mejor que las figuras, ya que son las que más experiencia tienen
Respecto a la situación política comentó que los ganaderos están muy unidos, pero se ven desamparados ya que no hay políticos que apuesten claramente por la tauromaquia. Sobre las expectativas del 2020, el ganadero respondió que la próxima temporada no tiene novillos para Madrid, solo una corrida para San Isidro. En cuanto al resultado de su ganado en Villaseca de la Sagra, dijo:. en el 2018 la novillada fue muy mala y a pesar de ello lo contrataron para el 2019, hecho que le extrañó. Esta confianza depositada en él, sirvió para que este año el ganado respondiera positivamente y quedara en el lugar que le corresponde, añadiendo que un novillo rechazado en Madrid lo lidió en este municipio y fue un torrente de bravura. ¡Ojo al dato, D. René! Sobre el desencajonamiento en las plazas mostró su negativa, ya que los animales se pueden matar y toman querencias. Sobre los toros en las calles, es un refugio para muchos toros, y aparte los pagan muy bien. Este año tiene tres toros preparados para las calles.
En la elección del ganado por las figuras, comentó que los veedores de estos toreros tienen mucho peso. En este tema exige un dialogo y no una imposición. Cuenta la experiencia de Sevilla donde no le dieron opción al dialogo, aportando que en el sur lidia poco. Con respecto a otra pregunta de una corrida celebrada en Málaga en 2011, donde se anunciaron El Juli y Manzanares, previo al festejo, en los corrales hubo mucha movida. El ganado salió bueno pero los toreros no quisieron ni verlos. Respecto a Manzanares, hijo, acudió a varios tentaderos en su casa acompañado por su padre, el cual le indicó las características de estos toros para cuando se enfrentara a ellos, pero su hijo cuando alcanzo la vitola de figura no quiso saber nada de ella. Sus toreros preferidos son Daniel Luque, Emilio de Justo y Álvaro Lorenzo, considerando a su ganadería muy exigente y que hay que estar muy atento durante la lidia ya que son animales que no regalan nada.
Como este tipo de ganado, el crudo día no regaló nada a los aficionados que asistieron a la tertulia, pero nadie se cayó del cartel, salvo alguno que prefirió Benidorm, y supieron enfrentarse a la baja temperatura para no faltar a este concierto dado por nuestro invitado, que no dejó escapar ninguna nota, para satisfacer las dudas de los presentes, a pesar de quedar todo escrito en el aire.
Muchas gracias ganadero.
Pepeíllo. Miembro de La Asociación el Toro de Madrid
Presentación de Carlos Rodríguez-Villa Rey al ganadero D. Álvaro Martínez-Conradi.
Si criar toros en pleno siglo XXI es tarea de locos y románticos, criar toros de estirpe Santa Coloma se convierte además en tarea titánica. Toros alejados de modas, con personalidad propia y tan del gusto de los aficionados como rehuidos por muchos profesionales sin miras ni conocimientos.
Una aventura ganadera que emprendió Álvaro Martínez Conradi, padre de nuestro invitado, en 1987. “Cuando me enteré de que Joaquín Buendía quería vender su segundo hierro, el de La Quinta, con cien vacas y dos toros, no lo dudé. Conocía bien este encaste de buendía pues los Moreno Ardanuy, los ganaderos de Saltillo, son parientes cercanos. Después de la primera compra, adquirí dos nuevos lotes hasta constituir un hato de 180 madres. Hoy tengo 250”.
En el anca, los toros llevan desde 1992 otro hierro distinto del que utilizaba Joaquín Buendía para su ganadería de La Quinta. Álvaro Martínez Conradi compró el que había pertenecido durante muchos años a otra rama lejana de la familia Conradi. Una C inserta en una corona vertical.
Recuperar las mejores cualidades de este tipo de ganado e ir corrigiendo defectos fue la obsesión del ganadero desde los inicios. Su ideal, un toro noble y con clase sin perder el fondo encastado que siempre ha tenido el toro de buendía. Un toro que emocione al público. Y también, mantenerse fiel al tipo morfológico del encaste, más tendente a la rama asaltillada que a la ibarreña. Un animal proporcionado, bajo de cruz, fino de cabos y de una anatomía que no permite excesivos kilos. La seriedad de los toros santacolomeños viene dada por sus astifinas defensas, vivaz mirada y su temperamental comportamiento.
Una travesía en el desierto con sinsabores y triunfos en los primeros años de andadura. Devolver este tipo de toro a las grandes ferias fue su empeño. Un toro que en las décadas de mediados del pasado siglo había sido base de los abonos y demandado por las principales figuras había caído en desgracia.
Y los resultados no tardaron en llegar. Y llegaron como tiene que ser. Desde los festejos menores hasta encumbrarse en corridas de toros. Las novilladas de La Quinta se reivindicaron en la última década de los 90 y en la primera de los 2000. Las Ventas, San Sebastián o Arnedo vieron triunfar con fuerza a los cárdenos de la familia Martínez-Conradi además de tener a Francia como su gran bastión. La bravura sostenida de los novillos de La Quinta se hizo imprescindible en los principales ciclos de la temporada taurina.
Durante diez años el nuevo ganadero trató de hacerse un nombre, aceptando lidiar en Las Ventas unas novilladas antes de San Isidro, y cuando por fin pudo entrar en el ciclo, obtuvo su gran triunfo en 1999, gracias al novillo Olivero, al que El Cid se olvidó de cortarle las orejas después de haberle toreado magníficamente. “Fue un gran inicio para la ganadería –no duda en decir el ganadero, precisando que poco faltó para que esa presentación no se llevara a cabo– : la novillada tenía el peso justo y en los corrales
de Las Ventas los novillos no causaban una gran impresión. Los veterinarios quisieron rechazar a varios de ellos. Tuve que defenderlo, argumentar que ese encaste así estaba hecho. Me respondieron que durante San Isidro en nivel de exigencia era superior. Finalmente pude hacer que pasaran cinco, ente los cuales estaba Olivero”.
A partir de esa fecha, la ganadería de La Quinta se volvió en un clásico de San Isidro, sacando alternativamente novillos extraordinarios para los toreros y otros más complicados. Como el día en que Martín Antequera fue el único en estar ileso para enfrentarlos. Novillada la cual fue premiada como el mejor encierro de la temporada 2000 por esta misma Asociación. Joaquín Vidal reseñó la misma de la siguiente manera: “bien presentada, con casta excepcional, 2º y 3º con los problemas y peligros inherentes a está condición. El 1º de extraordinaria nobleza. El 6º desarrolló sentido”. O como la novillada del año siguiente, nuevamente premiada como la mejor de la temporada 2001 o el día que El Payo se topó en su camino con un notable Santa Coloma que puso en marcha su carrera en 2008. Más recientemente el extraordinario novillo Pavito de 2017 o Marsellés de este mismo año.
El paso por este 2019 por nuestra plaza se traduce en una corrida con mucho interés, animales guapos, serios, con mucho que torear y sacando las complicaciones y virtudes propias del encaste. Una novillada dulce y boyante que ofreció el triunfo en bandeja a los jóvenes espadas en San Isidro. Además de proclamarse vencedor de la corrida concurso celebrada el pasado mes de septiembre con un toro enorme y encastado de nombre Matorrito. Dejando muchas ganas de volver a verlos, puesto que pasan por un buen momento.
El futuro de la ganadería está asegurado con Pepe y Álvaro, hijos de Álvaro Martínez Conradi. La bravura que sale desde las fincas linderas de Fuen La Higuera, Fuente Merino, el Molino y El Turuñuelo, entre Sevilla y Córdoba, es la base de una apuesta y una dedicación que tiene como punto de partida el amor a un encaste y a un tipo de toro que se mantiene inamovible por esta familia ganadera.
Sin más dilación y como ya hicimos con su padre, quien nos visitó hace casi 14 años, es a Álvaro a quien queremos y debemos escuchar lo cual paso a cederle los trastos. Muchas gracias por su presencia y bienvenido a la Asociación El Toro de Madrid.
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