10ª TERTULIA DE LA ASOCIACION EL TORO DE MADRID (2023-2024)
Lugar: Restaurante, Puerta Grande. C/ Pedro Heredia, 23
Fecha: jueves 29 de febrero de 2024
Invitado: D. Enrique Ponce. Torero
Presentación del invitado, por Alberto Herrero
Buenas tardes, muchas gracias a todos y bienvenidosa esta última Tertulia del Ciclo Invernal de este año en la Asociación el Toro de Madrid.
La verdad que debutar en este micro, con la categoría del invitado de hoy y ante esta audiencia a uno le ha tenido cargado de responsabilidad durante un tiempo -he de reconocerlo-, pero también de orgullo y agradecimiento hacia esta mi Asociación por la confianza que han depositado en que hoy fuera yo quien rompiera plaza. Les confieso que mirar a mi derecha, ver estos compañeros de paseíllo, y la afición que ocupa estos tendidos, imponerespeto. ¡¡ Pero vamos a ello ¡!!
Hoy nos acompaña nada menos que D. Enrique Ponce Martínez, nacido como todos ustedes saben en Chiva el 8 de diciembre de 1971 y Figura del Toreo prácticamente desde que se doctoró en su Valencia, el 16 de marzo de 1990, hace ya la friolera de más de 3 décadas. ¡Ahí es nada!
Ponernos a estas alturas a enumerar fechas, datos, y estadísticas de una trayectoria del calibre de la de nuestro protagonista nos llevaría toda la tarde, y nos robaría demasiado tiempo para lo realmente importante, que viene después de mi intervención.
Por tanto, déjenme enfocar esta introducción de forma diferente y para la cual, como si al inicio de una faena se tratara, solicito el debido permiso a nuestro invitado y desde el mayor de los respetos, permítame Maestro, elevaresta humilde carta allá donde el principal culpable de que usted hoy esté aquí, pueda recibirla. (Dice así)
Querido Abuelo Leandro
Hoy le escribo estas líneas con motivo de la visita de su nieto Enrique a la Asociación el Toro de Madrid y en representación de tantos aficionados que como yo, les debemos a nuestros abuelos esta bendita AFICION.
En su caso, usted ya quiso ser torero, pero aquel “Motillano” que hizo sus pinitos de becerrista e incipiente novillero, no tuvo la suerte necesaria de cara porque, entre otras cosas, lo que llegó de cara fue la Guerra Civil en 1936.
Quién podría pensar que muchos años después, en aquella boardilla de la casa familiar de Chiva, lograría hacer que ese germen por el toreo se inoculara en el pequeño cuerpo de su nieto Enrique, su ojito derecho, el que desde un principio captó su atención por sus maneras, su capacidad de aprender y su forma natural al torear de salón. Al principio como un simple juego que practicaba junto a sus primos; poco después como serio entrenamiento, que era como el muchacho sentía aquellas primeras lecciones toreras.
Aquel niño tenía madera, y usted se percató enseguida. De hecho, de casta le venía al galgo porque además de su vertiente materna a través de usted mismo, por vía paterna era sobrino nieto de Rafael Ponce “Rafaelillo”, matador de toros en la década de los 30 y los 40 y de quien tanto usted le habló.
Aquellas clases que me temo disfrutaba el chiquillo tanto como usted, pronto desembocaron en la primera oportunidad para demostrarlas en casa del ganadero Nadal Mas, en la Marjal de Pego cerca de Ondara (Alicante). Era el año 1980 y con tan solo 8 añitos, la firmeza y la manera de desenvolverse ante las dos becerritas cautivaron al ganadero, a los presentes y a usted mismo D. Leandro, le reafirmó en que realmente había madera de torero.
No tardaron en repetirse las oportunidades, puesto que el ganadero citado, D. Nadal Mas organizaba festejos con una cuadrilla de toreros cómicos de la zona y allí se le hacía un hueco al pequeño Quique, como usted le llamaba, donde en cada una de sus actuaciones admiraba a propios y extraños por su desparpajo y capacidad de resolver ante los animales.
Poco a poco se fueron sucediendo las visitas a ganaderíasy se ampliaba la zona de influencia, siempre dentro de la Comunidad Valenciana. En aquellos fines de semana de principios de los 80, usted al volante de su Diane 6 y Enrique con su capotillo y su muleta – por cierto, a escondidas en muchas ocasiones de la madre del torero- iban cimentando la base de lo que luego depararía el futuro. La solvencia del niño torero quedaba patente en cada actuación, ya fuera con la becerra más noble o con lamás difícil, que en aquella época y con aquel ganado de la tierra, salían habitualmente.
Trascurría el tiempo y en el año 82 tomó parte del Certamen “Montepicayo busca un torero” organizado en un Complejo turístico de Puzol por el conocido periodista taurino José Luís Benlloch, alcanzando la Final al igual que en la siguiente edición y ya dejando un ambiente de gran promesa en ciernes con tan solo 10 y 11 años.
De ahí, en 1983 usted encontró adecuado inscribir a su nieto en la Recién creada Escuela de Valencia; así tendría oportunidad de asistir a más festejos organizados por la propia escuela y entrar en competencia con los demás aprendices de torero. Y en esas estuvieron, hasta que en 1984 y a través de su conocido Luís Fernandez “Jocho” se producirá el encuentro con la otra persona clave junto a usted en la vida de nuestro protagonista. D. Juan Ruiz Palomares, conocido taurino en la zona de Jaen y con suCentro de Operaciones en las Navas de San Juan.
La historia a partir de aquí comenzó a desarrollarse como sólo las historias que acaban siendo importantes lo hacen.El aplomo y la seguridad que demostraba Enrique en los diferentes festejos en los que Juan lo acartelaba y en los tentaderos por la provincia de Jaén a los que acudía, sorprenden tanto a los públicos como a los profesionales.Usted D. Leandro, sabio y con la experiencia acumulada es consciente de que es el momento de dar el paso. La confianza en Juan era máxima, se habían cubierto las etapas en las que usted lo aportó todo y había llegado la hora de ceder al destino lo que tuviera guardado para su nieto.
Y el destino querido abuelo, quiso que aquel chiquillo que absorbía sus lecciones en la boardilla de Chiva desde crío,se vistiera de luces por primera vez en Baeza el 10 de agosto del 86 con 14 años, que debutara con caballos en Castellón en 1988 y llegara a la alternativa ya citada del 1990 con la mayoría de edad cumplida y cumpliendo como le dijo en aquel brindis, el sueño que habían fraguado entre los dos.
Lo que vino a continuación ya forma parte de la Historia de la tauromaquia… Es conocido por todos y los datos se precipitan de forma apabullante.
A modo de titular podríamos reseñar: los 113 paseíllos en Valencia con 37 salidas a hombros; la relación más que especial con la Plaza de Bilbao y sus 6 Puertas Grandes, o el idilio con México donde alcanza el hito de cortar un rabo en 1999 y la vitola de ser el “consentido” para la afición azteca. Una Puerta del Príncipe también en aquel 1999, aun siendo la afición de Sevilla quizás donde más le ha costado entrar… Y En total más de 2000 corridas de toros en su haber, 5000 animales estoqueados y más de 50 toros indultados. Por desgracia, también llegaron los percances y lesiones, alguno de verdadera importancia como los sufridos en León o Valencia.
Y por supuesto Madrid, donde confirma la alternativa el 30 de septiembre de 1990 de manos del Maestro Rafael de Paulacon el toro “Farruco”, de Diego Garrido y de donde sale con aire de figura tras la Corrida de Beneficencia del 1992 con los toros de Samuel Flores. En total 47 comparecencias en nuestra Plaza, con 17 orejas cortadas y 4 Puertas Grandes, por cierto, cada una de ellas logradas con ganaderías de diferentes encastes, y otras tardes para el recuerdo como el día del famoso Lironcito o el pique en quites con José Miguel Arroyo Joselito, ambas en 1996.
De gran parte de esto, querido Leandro usted disfrutó en su centenaria vida de forma discreta, a la sombra que la gran figura de su nieto proyectaba en el orbe taurino. Hoy, aquí hablaremos a buen seguro de toda esta historia, y de la evolución del toreo y la técnica durante todos estosúltimos años, el cambio en el toro y las ganaderías en estas décadas, del papel que jugó Enrique tras la aciaga Pandemia que nos asoló en 2020 o la influencia de las Figuras en el propio desarrollo de la tauromaquia y su entorno. Incluso podremos discrepar… Pero eso será en unos minutos. Ahora que ya tocan los clarines a temporada oficial de despedida para su nieto yo he querido recordarle a usted, su figura y su influencia en los inicios que forjaron al torero y la persona. A mí, me suena el aviso y también despido aquí esta carta, que como le decía al principio quisiera que sirva de homenaje a todos nuestros abuelos reflejado en su persona, deseando que desde su Palco privilegiado allá donde pueda recibirla, disfrute de este rato con todos nosotros.
Enrique Ponce, ahora le toca a usted. Bienvenido a la Asociación el Toro de Madrid y muchas gracias.
¡Cierre de temporada con un lleno hasta la bandera!
El lleno del local lo consiguió nuestro invitado, el torero Enrique Ponce, que con su colaboración cambió en gran medida nuestra manera de enfocar las tertulias con sus clases de toreo de salón intentando aclarar el buen toreo del ventajista. A muchos de los presentes les aclararían sus dudas con sus explicaciones, pero los deseos de los aficionados era preguntar. Preguntar y conocer los intersticios de la fiesta que se cuecen en los sórdidos despachos y no salen a la luz pública. El torero de Chivas se entusiasmo tanto en su clase teórica que se pasó de faena como cuando toreaba, agotando el tiempo de la tertulia, ocasionando que muchas preguntas se quedaran en el tintero de los aficionados.
Yéndonos al detalle de lo ocurrido, la tertulia discurrió a un gran nivel debido en parte a los tres ponentes, Roberto, nuestro invitado y Alberto Herreros. Roberto, en su línea de moderador, brilló a gran altura en su faena, no era fácil lidiar en una tarde de tanta responsabilidad, donde el nivel de la concurrencia fue de nota. Expresó su agradeciendo al torero por aceptar nuestra invitación y adornándose con la frase: “Es muy difícil llegar, pero lo es mucho más mantenerse”, y sin más dilación que unas notas informativas dirigidas a nuestros socios, cedió los trastos a nuestro socio Alberto Herreros, que basó su faena en unos conocimientos de los terrenos personales de nuestro invitado, añadiendo la hondura del sentimiento al señalar al abuelo de nuestro invitado, D. Leandro, como pieza clave en los inicios del matador, que comparando con el toreo, una cosa es torear con las palabras, cargadas de sentimiento, y otra bien distinta, acompañar las embestidas de las frases como un charlatán, consiguiendo que muchos de los presentes nos emocionáramos. El torero en sus inicios tuvo en contra a su madre, pero con el apoyo de algunas personas de la zona, se dio a conocer entre el mundillo taurino de Murcia y de Jaén. Debutó sin caballos en Baeza en el año 1.986, y con ellos dos años después en Castellón. Tomó la alternativa en Valencia en el año 1.990 de manos de Joselito, doctorándose en Las Ventas el 30 de septiembre de ese mismo año. Pero como bien definió nuestro Alberto, eso es historia y la historia de nuestro invitado la conoce todo aquel que se ha interesado un mínimo por la tauromaquia, dándole la palabra a nuestro invitado.
El maestro fue breve en su presentación, comentando que debutó en Las Ventas con 16 años y durante su etapa de figura los aficionados fueron muy exigentes con él. Añadiendo a su breve presentación la famosa frase: “De Madrid al cielo”, para lo cual añado que, con el respeto que me merecen todas las aficiones de España, estoy de acuerdo con la metáfora. La primera pregunta correspondió a nuestro presidente, solicitándole al torero que nos comentara cuales fueron sus mejores momentos vividos en Las Ventas. Comenzó el maestro diciendo que debutó en Madrid en el otoño del año 1.988 y después de este debut, el empresario Chopera lo anunció para la siguiente semana. Así funcionaba este negocio en aquellos años, aún no muy lejanos. Añado. Continuó diciendo que la espada en aquellas tardes no fue su aliada. Después de la confirmación se sintió muy querido en Las Ventas, y dando un salto en la historia salió a relucir el toro Lironcito, de la ganadería de Valdefresno, donde casi llegó a sacarle los colores a nuestro invitado, pero su oficio se impuso a la casta del recordado animal en la carrera de nuestro invitado. También recordó el torero que la espada le ha privado de muchos triunfos en esta plaza, anteponiéndose a la dureza en las exigencias de los aficionados de Madrid, a la vez agradece la entrega de los toreros.
El Rosco, antes de sus pregunta expuso que hay espectadores que no distinguen las verónicas, recordándole que en Bilbao en una corrida de efemérides de la plaza, le recuerda haber ejecutado una faena donde un ramillete de naturales se le quedaron grabados en su memoria ante un toro de Torrealta y también que la unión profesional con
El Juli le evitó demostrar en su carrera una inteligencia innata para el toreo. Las preguntas fueron las siguientes, ¿Por qué Castellón se ha opuesto a darle las dos orejas y cómo ve la fiesta? Respondió el torero que en Castellón ha cortado dos orejas en dos ocasiones, y respecto al antes y después de la fiesta, consideró que va en opiniones, pero es optimista, ya que siempre que haya un hombre intentando enfrentarse a una fiera, no decaerá, lo que ocurre es que el ruido de los antitaurinos y los políticos, no acompañan a que la fiesta de los toros ocupe el lugar que se merece. Le hace mucha ilusión ver a mucha gente joven en las plazas, pero a los que realmente teme es a los políticos. Su desconocimiento puede hacerle mucho daño. Añado. Su deseo siempre ha ido en la dirección de la superación e intentar torear como lo ha soñado. Los festejos taurinos los ha considerado siempre en el campo de la cultura.
Roberto continuó diciendo que no sabríamos destacar una suerte de las ejecutadas del torero, añadiendo que la ejecución de las verónicas son más verdaderas cuando el toro se ha picado, ya que añade un temple que no tiene de salida y que su toreo ha adolecido de no someter a los toros. Respondió Ponce que con el capote ha ido evolucionando en su carrera y que no ha necesitado el toro idóneo para sentir lo que ha hecho y cuando el toro no lo ha permitido, ha usado los recursos que le ha dado la experiencia, añadiendo el tópico que cada toro tiene su lidia. En ese momento se produjo un cambio sustancial en la tertulia, el torero se levantó y como dije, improvisó sus sentimientos en el toreo de salón y con una silla simulando al toro, defendiendo los recursos pero siempre a favor del toro, añadiendo que con perdón, “A cojones gana el toro”. Defendió con énfasis que cuando el torero se cruza, enfrontilado, hay menos posibilidades que el toro te levante los pies del suelo, sin embargo toreando al hilo del pitón existen más posibilidades. Lo que ocurre es que toreando al hilo la faena es menos vistosa ya que se lleva al toro metido en la muleta de la mitad para fuera, pero es como se pueden ligar los muletazos. Es imposible estar siempre cruzado. Dicho queda.
Le pregunta Carlos sobre su concepto de cargar la suerte. Su concepto de cargar la suerte es lo bonito de los muletazos, que no quiere decir que se tenga que adelantar la pierna en exceso ni tampoco esconder la pierna contraria, hay que tratar de acompañar la embestida del toro con el cuerpo. Sobre la lidia, comentó que en Madrid se ha valorado mucho cuando un toro presenta complicaciones y ese valor no se puede perder. Recuerda una corrida de Cuadri, complicada, en abril del año 91 y los aficionados valoraron las complicaciones del ganado, hoy han cambiado las normas. En el año 1990, le propusieron la compra de la ganadería de Pablo Romero, pero reconoció que no tenía dinero para ese cargo. Sobre los vetos, tan latente en los despachos y que los toreros y empresarios mantienen tan en secreto y que al final todo se conoce, le preguntó nuestro amigo y socio, Requis. A lo cual respondió que siempre ha estado en contra de los vetos y no conoce que en sus principios alguien le haya vetado, pero no negó que se hayan dado casos puntuales. Es lo que se llama nadar y guardar la ropa, añado. Sobre anunciarse con diversos encastes y por qué no se restablece el polémico “Bombo”, Respondió el maestro que en el 2019 estuvo de acuerdo con él, y sobre la diversidad de encastes, reconoció que las figuras tienen sus exigencias y también sus privilegios respecto a elegir ganado en las grandes ferias, y también en las pequeñas, añado, pero él se ha enfrentado a ganaderías consideradas no comerciales, Atanasios, Murteiras, Samueles. Estos hechos en la actualidad están considerados como gestas, añadiendo que ha sufrido muchas cornadas de ganaderías comerciales y las figuras las eligen ya que tienen más garantías de éxito. Discrepo en este aserto.
Respecto a las tientas y las preferencias de los ganaderos por toreros figuras o de un escalafón inferior, respondió que los toreros con más oficio pueden sacarle a los animales a tentar todo el fondo que tienen, pero después cambian impresiones con el ganadero para que éste tenga más datos para elegir el ganado. Yolanda le manifestó al torero sus 30 años de matador, alabando también la corrida en la que piensa despedirse, como también si se considera que ha creado una escuela basada en la técnica con la cual se ha perdido la inspiración, y que se haya ganado en el ambiente taurino el apelativo de “torero enfermero”. Continuó Yolanda manifestando sus impresiones y comentó que el toro ha cambiado adaptándose a los tiempos, ya no se valora la suerte de varas, la bravura solo se mide en la muleta. Lo ha considerado más torero que El Juli, pero han llevado a cabo un toreo sin emoción y a los empresarios lo único que le ha interesado es el triunfo de los toreros. Todo esto ha provocado que los toreros actuales sean copias de Ponce.
Respondió nuestro invitado que el toro de hoy es más bravo que el de hace 40 o 50 años y si dura más durante la faena es debido a su bravura. Lo que ocurre es que el castigo en el caballo es más duro ya que el animal se emplea más y como se torea hoy de ajustado no se toreaba antes debido a que el toro ha evolucionado y hoy los animales muestran máscasta. ¿? La medicina ha salvado muchas vidas, lo cual quiere decir que los toreros no sufran cornadas. También los conocimientos de los toreros han evolucionado. En los años sesenta se toreaba con la muleta más retrasada, pero aportó Yolanda que la técnica le resta emoción. Las respuestas que ofreció el torero a la polémica con nuestra presidenta de honor, no me convenció. Defendió lo contrario de lo que defienden los aficionados en base a lo que ven en los ruedos, un toreo ventajista y ante un animal obediente y que no ofrece ninguna emoción. Pero por escasez de tiempo nadie pudo exponer lo contrario a lo defendido por el torero. Añado.
Respecto a lo expuesto por Luis, si Ponce y Tomás deberían haberse anunciado juntos con más frecuencia, aportó el torero que la culpa fue de los despachos. Dice el refrán: “entre todos la mataron y ella sola se murió”, creyendo que los aficionados somos ignorantes o algo parecido. Respecto al apoyo que han recibido algunos colectivos, salió
a colación el festival celebrado en Moralzarzal, en beneficio de la cirugía médica, y no tuvo el apoyo necesario, el torero comentó que siempre ha estado al lado cuando han necesitado su colaboración en festivales, tratando de devolver a la fiesta lo que la fiesta le había dado a él, sobre todo el año la pandemia, donde toreo 20 corridas solo por los gastos. Durante su carrera ha toreado unos 500 festivales, pero siempre que hayan sido por una causa justa, hoy no están bien vistos por la figuras.
Pablo Alcocer le recordó los distintos comportamientos de los toros que ha lidiado, consiguiendo en muchos de ellos sacarles lo que no tenían, aportando el torero que lo ha conseguido cuando ha toreado a favor del toro, aportando que es muy difícil torear a media altura pero que ha conseguido que muchos toros que no humillaban lo hicieran consintiéndoles primero con un toreo a media altura. Hay muchos tópicos en el toreo, pero hay que estar delante de ellos para darse cuenta que no es tan fácil como algunos piensan. Está a favor de apoyar a los toreros emergentes, con carteles donde haya anunciado un torero novel.
Maestro, los aficionados no somos noveles en apreciar el valor y la disposición de determinados toreros y por supuesto al ganado que se enfrentan, como somos conscientes también que es muy difícil llegar y por supuesto mantenerse, pero hay muchos “maestros” de los tendidos que lo tienen todo en contra cuando protestan, en especial cuando el maestro del ruedo trata de venderles la verdad por mentira escondiendo descaradamente la pierna contraria, citando al hilo del pitón y vaciando la embestida a dos metros de distancia con el pico por delante, y todo esto ante un toro comercial que solo transmite la obediencia de la muleta, y eso, Maestro, estamos cansados de verlo y en figuras, y no sólo de nuevo cuño, y usted lo sabe por qué ha sido calificado de “Maestro”, pero como dijo anteriormente, los tiempos están cambiando, pero si algún día los aficionados, por la falta de emoción, dejamos de acudir a las plazas, seguro que nadie comprenderá el por qué y no será que lo estamos anunciando.
Solo nos queda agradecerle su visita y desearle que su vida personal sea tan gratificante como lo fue de torero. Gracias Maestro.
Pepeillo, miembro de la Asociación el Toro de Madrid.