13ª TERTULIA DE LA ASOCIACION EL TORO DE MADRID (2022-2023)
Fecha: jueves, 30 de marzo de 2023
Invitado: D. Julián Tomás García Sánchez, escritor.
Autor del libro El TORO de lidia español.
En esta ocasión fuimos los que fuimos por que las circunstancias fueron las que fueron, pero nuestro invitado no se amilanó desde el primer momento que comenzó la lidiar con la palabra la presentación de su libro. Estuvo sensacional, los datos llenaron el salón del sabor que deja la historia. Los asistentes quedamos gratamente agradecidos, y no dudamos en ningún momento que su sabiduría ampliaría nuestro saber. Un aficionado le preguntó ¿“cuánto tiempo le ha llevado el escribir el libro”? El invitado contestó que comenzó en el año 2010.
Fue el presidente quién abrió plaza, informando que llegaba de una reunión con el Jefe Superior de Policía, con el propósito de exponerle la necesidad de que exista en Las Ventas unanimidad de criterios entre los presidente que ocupan el palco y que su exigencia esté de acuerdo con la seriedad del coso. También habrá que seguir luchando sobre la regulación de las fundas, tratando de evitar que sea un coladero de corrupción de las astas de los animales.
El socio Carlos Rodríguez fue el responsable de la presentación, el cual dijo que el invitado es coronel de artillería jubilado, e historiador de diversos movimientos culturales, dejando varios libros escritos, de toros, el flamenco y experto en las ramas dinásticas de las distintas Casas Nobles que existen en nuestro país.
Lo primero que dijo nuestro invitado fue que los pilares de la fiesta lo sustentan, el toro, el torero y el público. Como recordatorio continuó diciendo que antiguamente en la celebración de cualquier evento de la historia, aparecía la lidia del toro, pero a caballo, y por componentes de la nobleza, ayudados por un equipo de servidores. Con la llegada de los Borbones la fiesta de los toros se repuchó y pasó por una suspensión temporal. Cuando retomó de nuevo el pulso, los caballeros lidiadores dejaron de aparecer en los ruedos, siendo el toreo a pie quién tomó el relevo y con ello los que otrora fueron sus servidores.
En la época barroca se construyeron muchas plazas en España, hablamos de los siglos XVII y casi todo el XVIII. Entre 1.730 y 1.740, comienzan los festejos del toreo a pie, pero sin selección del ganado Fue a finales de este siglo donde comienzan los ganaderos a responsabilizarse sobre la selección y con esto aparecer las “Castas Fundacionales”, donde los historiadores reconocieron 7, que nuestro invitado fue desgranando una por una.
Los hilos conductores que de la exposición de nuestro invitado, fueron las denominaciones de “Casta”, “Encaste” y “Línea”, junto con la denominada “Revolución Belmontina” Este último concepto marcó el devenir de la ganadería brava, nacida a principios del siglo XX, cuyos creadores fueron Joselito, El Gallo y Juan Belmonte. Los toros del siglo XIX no se ajustaban a los nuevos tiempos y había que exigir a los ganaderos otro tipo de toro dando origen a la desaparición de algunas castas fundacionales. La denominación de “Casta” y “Encaste” son términos por las que sueñan muchos ganaderos.
Casta Morucha Castellana: Donde destacó la ganadería de Raso del Portillo, que aunque mantiene el hierro, en la actualidad está formada por ganado procedente de Santa Coloma.
Casta Navarra: La característica de estos toros era la capa colorada encendida, destacando el marqués de Santa clara como primer ganadero dedicado a la cria del toro de lidia. Las ganaderías de esta casta fueron Carriquiri, Zanduendo. Miguel Reta, persona ligada al toro, pastor en los encierros de Pamplona compró el hierro a los hermanos Peralta y está entregado a la recuperación de esta casta.
Casta Jijona y de la Tierra: Donde el primer ganadero estaba establecido en Villarrubia de los Ojos. Con esta casta apareció en el mundo ganadero Vicente Martínez, de Colmenar Viejo. Otro de los encastes que la Revolución Belmontina envió a la desaparición. También Antonio Pérez de San Fernando, tuvo ganado de esta casta, poniéndola a nombre de su esposa María Montalvo. Queda muy poco de esta casta.
Casta Cabrera. Fundada en 1.740 por el noble Luis Antonio de Cabrera y Ponce de León. Manteniéndola hasta 1.852, donde aparece el nombre de su esposa María Soledad Núñez de Prado, pero con el tiempo el principal valedor de esta casta fue el sevillano Juan Miura, de profesión sombrerero, llegando hasta nuestros días con la vitola de toros terroríficos, convirtiéndolo en “Encaste Miura”, tratando la palabra encaste como una subdivisión de Casta.
Casta Gallardo: Creada en 1.792 por el tratante Francisco Gallardo y llegando a manos de Felipe de Pablo Romero en 1.885. En la actualidad la ganadería, tratada como encaste, está en manos de la familia Partido de Resina.
Casta Vázquez: Esta casta remonta su nacimiento a año 1.737, fundada por Gregorio Vázquez con reses de distintas procedencias. Los continuadores de este nuevo encaste fueron la Casa Real, en nombre de Fernando VII en 1.830, posteriormente cede parte a la casa portuguesa de Braganza, terminando el resto en manos del duque de Veragua. A través de este encaste aparece el concepto “Línea” y dentro de sus derivaciones, estaba Palha. María Carmen Camacho, solo el hierro y Concha y Sierra, el resto de esta ganadería pasta actualmente en Guadalajara.
En este encaste también aparecen el duque de Osuna y de Veragua. La “Revolución Belmontina”, originó que este ganado no se adaptara a los nuevos tiempos. Parte llegó a Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, pero sus hijos se desprendieron de este encaste, entrando en escena el onubense Prieto de la Cal, que junto a Aurelio Hernando, ganadero que puso en duda nuestro invitado en cuanto a la pureza de su sangre.
Destacó nuestro invitado que tras la “Revolución Belmontina”, muchos toreros fueron víctimas de sus enemigos, ya que a pesar que el toro era menos exigente, el cambio en la interpretación del toreo impuesta por Belmonte, originó muchas cogidas mortales durante la tercera década del pasado siglo XX., ya que los animales tenían muchas reminiscencias con el toro del siglo XIX.
Casta Vistahermosa: Esta casta nace en el año 1.774 de la mano de Pedro Luis de Ulloa y Celis al adquirir la ganadería a Tomás Francisco Rivas. La familia Vistahermosa estuve presento en esta ganadería hasta 1.823, donde Luisa de Ulloa y Halcón de Celis, IV condesa de Vistahermosa, realiza la venta, apareciendo en los compradores nombres emblemáticos que fundaron diversos encastes que perduran en la actualidad. Salvador Varea y Picavea de Lesaca y en 1.854 aparece el marqués de Saltillo al adquirir la ganadería de Picavea de Lesaca, naciendo con ello el “Encaste Saltillo”.
Dentro de esta casta, apareció también el “Encaste” Santa Coloma, creado por Enrique de Queralt y Fernández de Maquiera, dando origen a otras líneas, Coquilla, Graciliano Pérez Tabernero y Buendía. Otra de las ramas importantes dentro de la “Casta de Vistahermosa”, fue la de “Barbero de Utrera, de cuya procedencia aparece la línea Murube y también Urcola, Contreras, Peralta, AP, Eduardo Ibarra, creando la línea “Ibarreña”.
Del encaste Santa Coloma podemos decir que se adaptó a los nuevos tiempos que hemos comentado. Santa Coloma tenía poco dinero y vende parte de su ganadería. El marqués de Albaserrada adquiere parte de Saltillo y de esta línea, procede Victorino Martín, Adolfo Martín y José Escolar. La venta del conde de Santa Coloma es adquirida por Joaquín Buendía.
En 1.904 y por la línea de Eduardo Ibarra, aparece Fernando Parladé, pero este ganadero no tuvo mucha influencia en la línea de encastes, ya que no le dio tiempo a fijar los caracteres en su ganadería. En las ventas que llevó a cabo a los diez años que la tuvo en propiedad, aparecen varias ramas importantes y dentro de ellas un ganadero que tuvo mucha importancia, como fue Ramón de Mora Figueroa, pero al carecer de liquidez, tuvo que vender su ganado al Conde de la Corte. También aparece en este punto Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio. Uno de sus hijos. Álvaro Docmecq, se queda con la parte que tenía su padre de Veragua y junto con ganado de Carlos Núñez, crea la ganadería e Torrestrella.
Continuaron aparecieron derivaciones de la rama fundacional de Vistahermosa, y varias de ellas en la línea de Domecq y también un crisol de ganaderías que lucen sus pelajes en el campo bravo español.
No dio para más el tiempo que nos dedicó este erudito de la cabaña brava española, Solo nos queda agradecerle su visita y la de parte de su familia.
Pepeíllo, miembro de La Asociación el Toro de Madrid.