El pasado jueves 16 de noviembre se celebró la primera tertulia del ciclo invernal de tertulias de la Asociación El Toro de Madrid. El primer invitado fue el ganadero de Rehuelga, D. Rafael Buendía, por la excelente corrida de toros que lidió en la pasada feria de San Isidro el 7 de junio de 2017. La Asociación El Toro de Madrid estrenaba nuevo lugar para sus tertulias y el salón del restaurante Puerta Grande se quedó pequeño ya que se dieron aproximadamente unas 130 personas. Antes de comenzar la tertulia se guardó un minuto de silencio en memoria de nuestro socio Teodoro Orgaz Mesonero, fallecido el pasado mes de septiembre. Tomó la palabra en primer lugar nuestro presidente, Roberto García Yuste, para dar la bienvenida a todos los asistentes y dar paso a nuestro socio, Gonzalo García de Castro, el cual realizó una presentación de la historia de la ganadería de nuestro invitado. Tras la presentación tomó la palabra el ganadero, D. Rafael Buendía, mostrando su orgullo y se sintió agradecido por ser invitado por la Asociación El Toro de Madrid. En primer lugar contó la historia de su ganadería desde el año 1932, cuando su padre. D. Joaquín Buendía Peña y Felipe Bartolomé compartían la ganadería del antiguo conde de Santa Coloma, y que posteriormente llevarían con hierros distintos. En el año 1992, la ganadería de la familia Buendía se divide en tres partes y con sus correspondientes fincas, en el que su padre fue adjudicando a todos los hijos que tuvo. Las fincas o ganaderías se dividieron en tres fueron; “La Amarguilla” (finca muy pequeña y sin ganado), la finca matriz y la más conocida “Bucaré” (donde se criaban y pastaban los machos) y por último “Rehuelga” (donde pastaban todas las 600 vacas madres de las tres ganaderías. Los seis hermanos propietarios de “Bucaré” se lo vendieron a Carlos Aragón Cancela, ahora Flor de Jara. Quedaría por lo tanto Rehuelga, una parte de Bucaré una de su hermanas, Pilar Buendía, casada con José Benítez-Cubero, posee también una punta de vacas, en el que lidian a nombre de Pallarés y también quedaría el hierro de D. José Luis Buendia, que pastan en la finca "Los Toriles" en Huelva. En definitiva solo queda lo de Rehuelga en la familia Buendía, que pertenecía a cuatro hermanos (uno de ellos era Luís Felipe, ya fallecido). Se hizo cargo de la ganadería ya que desde muy pequeño "mamó" el ser ganadero y desde que vendieron una parte de la ganadería a La Quinta, ayudó mucho en los inicios de la ganadería de Martínez Conradí, por lo que tenía ya cierta experiencia. En los inicios tenían 200 vacas, que debido a los problemas de la fiesta tuvieron que reducir el número, por problemas de mantenimiento. Para el ganadero, crear una marca es lo más difícil de hoy en día, por lo que Rehuelga, lo tenía muy complicado para poder lidiar. La ganadería consta de 73 vacas y 6 sementales. Uno de los sementales nuevos es el toro rechazado en Madrid, que tras tentarlo lo aprobó como semental. Se pasó posteriormente al turno de preguntas y tertulia con los asistentes. La primera pregunta fue sobre sus emociones tras la corrida de San Isidro y sobre el importante legado de su familia: “Se me saltaron las lagrimas en el callejón después de la corrida de toros, fue en recuerdo a mi padre y a mi hermano Luís Felipe. Mi hermano Luís Felipe era socio nuestro en la ganadería, y habiendo luchado tanto por esta ganadería, y ver esa buena corrida y faltando mi hermano me emocioné. De mi padre que les voy a contar, aunque el conde de Santa Coloma fuera el creador de este encaste, estuvo cuarto de hora en esto, y mi padre fue el que puso en lo más alto a esto”. La posterior reflexión fue sobre la corrida de Madrid y el tipo de toro del encaste Santa Coloma, en el que el ganadero realizó una detallada explicación: “La corrida de Madrid tenía ese tipo porque el padre de los tres últimos toros tiene mucha cara, es largo y hondo. Yo he procurado quitar todo lo que tenía poca cara. El encaste Santa Coloma es un Saltillo por absorción, el conde echaba las vacas de Ibarra con sementales de Saltillo, y mi padre realizó lo mismo. De Ibarra ya no quedó nada, pero se suele decir que algunas veces “abuelean” sobretodo cuando sale más negro muy en Ibarra. Los toros que más estaban en la línea de Santa Coloma fueron los dos primeros y uno que fue rechazado. El encaste Santa Coloma es muy sencillo, se echaban vacas de Ibarra con sementales de Saltillo, y en definitiva se buscaba la clase de Ibarra con la bravura de Saltillo”. Terminó explicando porque la corrida fue muy desigual: “La corrida reconozco que era muy desigual. Tenía ocho toros, pero solo puede traer siete porque uno se me estropeó en el campo. Si tuviera una camada de cuarenta o cincuenta toros igualaría mejor las corridas”. Otro aficionado le preguntó sobre sus sensaciones al embarcar la corrida: “Vine a Madrid con la sensación que la corrida pasaba entera. Si os soy sincero no me esperaba que la corrida funcionara como funcionó, lo que si que digo es que siempre que he venido a Madrid intento traer buena presentación. Los toros rechazados eran más pequeños, pero tenían sus cinco años, su trapío y pesaban más de 500 kg. El problema es que había tres toros que eran demasiado fuertes como fueron el cuarto, quinto y sexto". A continuación explicó cual era el motivo del volumen de esos toros: "Esos toros estaban tan fuertes porque llevaban comiendo pienso desde utreros. Primero eran para una novillada que no se celebró, el año pasado de cuatreños la quisieron lidiar en Vic o Ceret en Francia, pero al final no resultó. Normalmente muchos ganaderos les quitan el pienso, pero nosotros los mantenemos con el pienso y claro, hay toros más comilones que otros, no me pensaba que fueran a dar esos pesos, la verdad”. Afirmó también que la corrida de toros del próximo año en Madrid es más bonita y esta más en línea de lo que es Santa Coloma y sobre el problema actual de la fiesta afirmó que el problema de la fiesta no es de los antitaurinos, el problema es el toro que sale hoy en día, que aburre a la gente de la plaza. En la corrida de junio hubo especialmente dos grandes toros, quinto y sexto, “Liebre” y “Coquinero” de nombres, y el ganadero expuso lo que le parecieron esos dos toros: “El quinto toro Liebre, es el toro más bravo que habido en San Isidro sin lugar a dudas, tomó tres varas, empujó con la cabeza abajo y se arrancó desde la mitad de la plaza. Para mí el toro fue merecedor de la vuelta al ruedo. El sexto toro Coquinero, si lo hubiesen puesto en el caballo como a Liebre, estaríamos hablando de más cosas. Para mí fue un toro muy importante, y no se lució al toro en el caballo". Pasó a detallar su manera y forma de realizar el tentadero: "Nosotros en el tentadero, tanto a las hembras como a los machos, les intentamos picar estando parados, es muy importante que estén parados para ver realmente la bravura. Una vez en el primero, se les quita, y se pone a su distancia, y así las veces que sean necesarias". La siguiente pregunta fue sobre el paradero del semental nº63 de nombre “Cedacero” y sobre la venta de Bucaré: “Ese toro iba a ir a Bilbao, pero no se embarcó. Mire la reata y decidimos quemarlo en la plaza. El toro se quedó de semental, pero en la partición de la ganadería se lo quedo mi hermano José Luís, y se lo vendió a José Chafik. Ese toro fue un gran semental, con hechuras. A día de hoy tengo vacas de él, y el primer semental era hijo de ese toro. Nosotros nos prestamos sementales con Ana Romero y La Quinta. La venta de Bucaré me dolió, no porque se la llevase Carlos Aragón Cancela en este caso, si no porque era una cosa que le tenía mucho cariño, pero que ojala continué por el camino”. Otra cuestión fue sobre la opinión del ganadero de la venta del Batán y los desencajonamientos: “Sobre el Batán soy partidario, pero con una condición que haya una persona responsable y que sepa, como por ejemplo Florito. Sobre los desencajonamientos no soy partidario, porque se pegan mucho los toros, aprenden de terrenos, y personalmente no veo la necesidad de hacerlo teniendo los corrales que hay en Madrid, con posibilidad de poder ver los toros en el apartado”. Se le preguntó también sobre la camada del próximo año y la utilización de las fundas en su ganadería: “El año que viene hay tan solo ocho toros, que será la corrida de Madrid y cuatro novillos. Esas dos camadas fueron muy malas, uno por el tema de parición y también por el tema de las fuertes lluvias que provocó que se murieran muchos becerros. Si no pusiera fundas no podría lidiar, en nuestra finca que tiene mucho terreno arenoso, se come mucho el pitón. Lo que hago es enfundarlo de utrero, no los toco hasta dos semanas antes de lidiar para que ellos cojan tacto y demás. Si no, no podría lidiar”. En la sala se encontraba el matador de toros y que lidió su corrida en Madrid, Fernando Robleño, el cual tomó la palabra para expresar lo siguiente: “Cuando me enteré que venía a la Asociación El Toro de Madrid no dude en venir, ya que soy un enamorado del encaste Santa Coloma y de su ganadería. Respecto a la corrida de toros decir públicamente que varios días después le di la enhorabuena, yo que estuve delante de la corrida tengo que decir que fue una gran corrida de toros, no creo que se haya lidiado este año una corrida tan grande y tan seria”. Para concluir se preguntó si alguna figura o torero, había pedido expresamente sus toros a lo que contestó: “De primera figura ninguna, el único que me ha llamado fue Antonio Ferrera, tengo buena relación con él”. Tras algo más de dos horas, terminó esta primera tertulia en el que pudimos conocer más y mejor una ganadería y un encaste querido por gran parte de los aficionados. Muchas gracias y suerte ganadero.