Tertulia con D.Luis Cordón y D.José María López.
Jueves 23 de noviembre de 2023
Presentacion del libro «Blanca, negra y plomo. La leyenda de Concha y Sierra»
Presentación de los invitados, por Yolanda Fernández Fernández - Cuesta
Bienvenidos a esta asociación que, haciendo gala de su nombre El Toro de Madrid, se honra con presentar y acoger a dos hombres, dos grandes aficionados, que tienen en común su amor al toro; cada uno como representante fiel de dos pilares esenciales de la fiesta, aficionado y ganadero.
Voy a ser breve pues lo interesante será escuchar a los protagonistas. Me limitaré a hacer el despeje de plaza, y a modo de pregonera como en las antiguas plazas medievales, daré paso al espectáculo.
Hoy nos convoca la historia de unos toros, toros ilustres, legendarios los “conchaysierra” nada menos; y lo hacen de la mano de nuestros amigos, Luis, que incluso se ha atrevido a poner por escrito su historia en este libro que presentamos hoy y de José María, ganadero que rescató de tierras francesas los toros vazqueños únicos en el mundo ganadero.
Cuando me llamó Luis para escribir el prólogo hace unos meses, me quedé muy sorprendida: primero porque me eligiera a mí, lo que sin duda consideré una prueba de amistad y confianza, gracias. Y en segundo lugar porque en estos tiempos de información virtual y algoritmos, escribir en papel, línea a línea y publicar un libro,supone un gran reto. Cuando me envió el borrador, lo comprendí todo y no me extrañó en absoluto, pues estaba ante la aventura de un amante del toro de lidia: eso es lo que es Luis, admirador sin reservas de ese animal mítico, totémico y espléndido que es el toro. Desde que se sienta en su asiento 61 de la grada del tendido 7, hasta que arrastran las mulillas al último ejemplar de la tarde, Luis siempre mira el toro; es de esos escasos aficionados que ante todo valoran al animal que sale por chiqueros y en función de él, juzgan la labor del torero, ¡qué poquitos hay ya!
Por eso ha escrito este libro, pues quiere rendir un homenaje al toro de lidia y en especial a los míticos conchaysierra que hunden sus raíces en castas fundacionales del siglo XVIII llegando hasta hoy, y al mismo tiempo salda una deuda personal con su propio sentido de la fiesta. Además tiene un blog interesantísimo en el que nos narra, bajo sus criterios de buen aficionado, lo que ha sucedido cada tarde en Las Ventas, en crónicas llenas de rigor, respeto y verdad a la fiesta con buena pluma. El nombre de su sección es ya toda una carta de presentación de intenciones Toros en Puntas y su imagen de cabecera una alegoría taúrica de la bravura, dos magníficos ejemplares peleándose fieramente en los corrales de la plaza. Os invito a su lectura. Pero volvamos a este libro; Luis ha ido desgranando su historia desde 1873 hasta hoy, insertando su evolución en la historia de la fiesta y de nuestro país. Fechas, datos, genealogías, herencias, compras, rasgos de esta ganadería…todo lo sitúa en cada momento histórico que ayudan a comprender mejor el devenir de la fiesta. La evolución del tipo de toro, de la forma de torear, de los públicos… todo se recoge en estas páginas. Grandes figuras desde Lagartijo y Frascuelo, El Espartero, hombre fundamental en la ganadería, Guerrita, Vicente Pastor que cortó la primera oreja seria al toro de la casa Carbonero en Madrid, Joselito, Belmonte…hasta los grandes de le Edad de Plata, la ganadería estará presente en el cartel inaugural de la Ventas en 1931 y cómo no, Manolete, Litri, Ordoñez, y una larga lista de figuras hasta la actualidad. En resumen, la evolución de la fiesta siempre teniendo como protagonistas a los toros vazqueños con los que tuvieron grandes triunfos. Pero también su fama de sanguinarios, los toros Merino, Hormigón, Jaranero, Farolero…dejarían el recuerdo negro y el luto en el escalafón. Lo que acusó no pocos altibajos en la ganadería.
1873-2023. Luis nos narra el paso de la ganadería dese las gaditanas tierras de La Abundancia a los pastos alcarreños de El Maquilón, con breves estancias en paisajes onubenses y tras pasar diez años en la Camarga francesa, Jean Luc Couturier, las vende a este ganadero que así cumplía un sueño logrando que siguiera viva una ganadería legendaria después de años de incertidumbres y cambios de dueños, paisajes y pastos. Pero su seña de identidad ha permanecido intacta y ese es el más importante mérito de los que desde tiempos antiguos han logrado conservarla hasta hoy. Es cierto que hubo momentos de peligro de extinción, riesgo de perder esa riqueza genética del campo bravo español a manos de desaprensivos e ignorantes seudoganaderos que tan solo perseguían el lucro y adaptarse a las demandas comerciales de los nuevos tiempos sin importarles conservar la pureza del encaste, pero casi como un milagro para la fiesta aparecieron compradores que sí apreciaron esa riqueza, ese fondo de bravura vazqueñade los toros de la Viuda y han logrado que sobrevivan hasta hoy “Esas hechuras ,esas caras antiguas que parecen haberse salido de algún cuadro de Goya, esos colorines… Nada tienen que ver con lo que hemos tenido mi padre y yo hasta ahora”. Palabras de su actual dueño José Mª López que hoy nos acompaña, hablan por sí solas. Torero y ahora ganadero de reses bravas posee un tesoro genético, una de esas joyas que deberían ser protegidas al estar en peligro de extinción. Hace poco en una entrevista reconocióque la compra de este encaste era una deuda moral y personal con la historia de la fiestadecía: “Hay un manuscrito del siglo XIX de Celsa de Fontfrede, la mujer de Fernando de la Concha y Sierra, en el que pide a los aficionados que mantengan su ganadería para que nunca acabe en el matadero. Yo no podía consentir que eso pasara con la casta vazqueña”, De todas estas aventuras trata el libro, también refleja el tesón y coraje inicial de sus dueños y creadores que han devenido en el romanticismo ganadero y amor a esos toros del actual propietario. Los aficionados estamos obligados a conocer y reconocer el mérito de este largo camino. ¡Enhorabuena ganadero!
Por todo ello el libro es también un alegato contra los que no han seguido el camino que han salvado a los conchaysierra. En sus páginas está presente la denuncia y el reproche histórico hacia los ganaderos y sobre todo empresarios y toreros que con sus exigencias han permitido la desaparición y la extinción de hierros emblemáticos y diezmado el campo bravo español, que es, no olvidemos, un patrimonio genético y cultural español. En una reciente publicación “El toro de lidia español, castas fundacionales…” escrito por Julián Tomás García, presentado en esta asociación hace unos meses, nos aportaba unas interesantes estadísticas, en su apéndice I recoge el listado de ¡536 ganaderías extinguidas¡ y sus encastes correspondientes, ese dato es lo suficientemente elocuente y demoledor.
Concha y Sierra, fue y es una de esas ganaderías que a través de su historia llena de triunfos, fracasos y esperanzas despertaron la emoción y a sus toros se les esperaba siempre, ahora también. De esa emoción de esa esperanza, trata este libro que rezuma amor y admiración al toro de lidia. Por eso en mi nombre, y en el de muchosaficionados, mi admiración y gratitud a Luis que casi sin hacer ruido y desde la humildad de los verdaderos creadores, nos ha ayudado con su magistral pluma y sus conocimientos a revivir y conocer la historia de una ganadería legendaria y a despertar en nosotros aficionados y curiosos lectores, nuestro compromiso para seguir defendiendo la casta, la bravura, la verdad del TORO de lidia. ¡Enhorabuena por este interesante libro, el esfuerzo ha merecido la pena!
Y por supuesto nuestro agradecimiento a José María López animándole que continúe cumpliendo sus sueños que son también los nuestros. La recuperación y defensa de encastes históricos.
Desde los ecos de los aficionados de todas las plazas donde haya estado un toro con la divisa blanca, plomo y negra…quiero rendir el homenaje a los ganaderos que como ud. logran cumplir con ese deber ético y moral de salvar un encaste histórico. Toros vazqueños, únicos, dignos de ser reverenciados por aficionados y maestros.
Yo esta noche como aficionada, haré mi aportación recomendando la lectura de este libro y recordando el gesto de Juan Belmonte que cuando pasaba delante de la casa de la Viuda hacía una pausa y se quitaba el sombrero, yo haré lo propio ante nuestros invitados. ¡Larga vida a los Concha y Sierra! ¡Va por ustedes; gracias!
“… Todo el mundo sabe que cuando Juan Belmonte pasaba por delante de la casa de la Viuda hacía una pausa y se quitaba el sombrero…”
“Viaje a los toros del sol” Alfonso Navalón
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