Comenzado el año 2018, el jueves 11 de enero la Asociación El Toro de Madrid retomaba su ciclo de tertulias invernales después de las fiestas navideñas. En esta ocasión el primer invitado del 2018 fue el matador de toros y ganadero, José Miguel Arroyo “Joselito”. Volvía el maestro a Madrid y como no era de esperar colgó el cartel de “No hay billetes” con casi 150 personas en el salón del Restaurante Puerta Grande y otras 100 fuera del salón, escuchando la tertulia por megafonía. Sin duda, un éxito de convocatoria para la Asociación, en el que damos las gracias a todos los asistentes, y disculpas a todas las personas que no pudieron entrar para presenciar la tertulia. Una vez iniciada la tertulia, primero tomó la palabra nuestro presidente, Roberto García Yuste que tras dar las gracias a todos los asistentes y tener unas bonitas palabras hacía el invitado, dio paso a nuestro socio, Miguel Requis, que realizó una presentación detallada de la trayectoria del maestro. A continuación tomó brevemente la palabra “Joselito” en el que quiso agradecer la invitación y se sintió contento de volver a Madrid: “Me hace mucha ilusión de estar otra vez en mi tierra, aunque resido en Talavera de la Reina, pero siempre he llevado muy a gala ser madrileño y ser de este barrio”. Afirmó que no es muy partidario de hablar de si mismo, por lo que se inicio el turno de preguntas y tertulia. En primer lugar se preguntó que como torero, que suerte de la lidia le gustaba más; capote, muleta o estoqueando los toros: “Siempre depende del animal que tenia delante, había veces que me sentía muy bien con el capote, había momentos que me sentía muy bien con la muleta y otros que me sentía muy bien con la espada. También había momentos que todo lo contrario, no lo veía y perdía sitio y confianza y me costaba adaptarme al animal. Con el capote tuve la suerte de pertenecer a la escuela taurina, y era variado con el capote. A mí lo que realmente me gustaba y tenía facilidad era torear con la muleta con la mano izquierda, desde niño tal vez a la hora de coger la muleta, al tener más tacto podía expresarme con más relajo”. Contó cual fue el momento en el que se dio cuenta que quería ser torero:“Un día en el aparcamiento de Las Ventas estaba jugando al fútbol con los amigos, y había ese día festejo, me acerque cuando en el patio de cuadrillas se arremolino mucha gente, vi a un torero me impresionó, y al día siguiente tras ver una corrida, quise ser torero”. La siguiente cuestión fue sobre su papel del profesor en la escuela taurina Marcial Lalanda de Madrid: “Soy profesor de la escuela taurina y me veo en la tesitura de que no se que enseñar. Hago una mirada retrospectiva y de mis profesores en la escuela D. José de la Cal, D. Manuel Martínez Molinero, D. Enrique Martín Arranz, D. Luís Morales, no me enseñaban mucha técnica. Tenían tantas vivencias, y tanto amor al toro y al toreo, que lo único que me enseñaban era ilusionarme. Por ejemplo, solamente me enseñaban muleta muy plana, pases muy cortos, pero no se incidía mucho en tecnicismos y técnica. Molinero nos enseñaba los quites y Luís Morales a banderillear, y poco más”. Finalizó su explicación:“Ellos tienen que aprender y descubrir por si solos. Lo que tienen que hacer es descubrir todo poco a poco, uno de los problemas que cualquier becerrista tiene es la solvencia y los recursos de un matador de toros, y ese es uno de los problemas, no tienen inocencia, y para ser torero hay que ser inocente”.Uno de los principales consejos y que más hincapié hace es aconsejar a los chavales que vean películas de toreros antiguos, de Manolete, Pepín Martín Vázquez, etc. Sobre el futuro de la fiesta de los toros, y sobre la falta de afición que hay en la actualidad: “Hay que hacer algo para que la juventud vaya a los toros. El toreo empieza cuando los señores feudales para lancear a los toros, se dan cuenta que el pueblo puede participar y resulta que el pueblo empieza a identificarse con los de a pie. El torero es parte del pueblo, pero hoy en día los toreros somos “feudales” y no somos parte del pueblo. Si veo que el toreo tiene que formar parte del pueblo, no estar de espaldas. Influyen muchas cosas, como por ejemplo la televisión”. Sobre la fiesta de los toros y la televisión; "esta muy bien que televisen los toros, pero esta muy mal que en los telediarios o noticias no aparezca nada de los toros. Cualquier chaval sabe la pequeña lesión que ha podido tener Cristiano Ronaldo, pero por ejemplo a José Tomás casi lo mata un toro en México, salió en el día por lo morboso de la noticia, y no se supo su recuperación, etc”. Un tema importante de debate, y en el que en los últimos tiempos habido mucho rumor fue sobre el futuro del Batán y la escuela taurina Marcial Lalanda: “La escuela Marcial Lalanda queremos hacer un espectáculo en el que cualquier persona sin ser aficionado, pueda acudir a ese espectáculo. Estamos trabajando en ello, con investigaciones, en el que no es un toreo sin sangre. Llevamos 18 meses y estamos en pañales todavía, en el proyecto hay veterinarios, biólogos, periodistas, aportando ideas para trabajar y no para ser derrotistas. Lo más importante es que tenemos abierta la Venta del Batán, se ha hablado que posiblemente y que hay deberán de entrar ustedes, es que los toros se vuelvan a llevar allí. Es terreno municipal y el ayuntamiento ahora mismo de Madrid no es muy taurino, nosotros hemos conseguido que no se cierre, ya que querían hacer un sitio de macro-botellón. Sería muy importante acercar allí a los niños, hacer como una especie de parque temático de los toros”. Entrando es aspectos técnicos del toreo, la siguiente pregunta fue sobre que es para él torear con el pico de la muleta y cargar la suerte, no dudó en levantarse de la silla y explicarlo de una manera más práctica. La siguiente reflexión fue sobre su faceta como ganadero, el criterio que sigue para seleccionar y el toro que busca en su ganadería: “Intento criar un toro que me guste a mí, un toro que se mueva, que tenga fijeza, que humille y a poder ser que tenga recorrido, ya que cuando un toro es fiero normalmente tiende a ser un poquito corto en el recorrido. Teniendo medio nociones del animal que quiero crear llevo como 7 u 8 años solamente”. Otra cuestión fue un hipotético cruce de su ganadería, ya que suele tener trapío y cuajo, con lo de Baltasar Ibán, por ejemplo: “Lo de Baltasar Ibán me gusta mucho, incluso un año maté la camada entera, no me disgustaría”. Además el maestro piensa y expuso una teoría del futuro de las ganaderías: “El otro día hablando con mi padre, pensé, a lo mejor también tenemos que hacer participes a los aficionados de las ganaderías, en un porcentaje pequeño, y a lo mejor algunas ganaderías de encastes minoritarios no hubiesen desaparecido. Que la gente conozca el campo, acuda a los tentaderos, que en definitiva que la gente tome parte de ello. Una de mis metas con la fundación que tenía era llevar los niños al campo, haríamos un montón de aficionados potenciales”. La siguiente cuestión fue sobre el porque de las diversas procedencias de su ganadería y el porque se decidió por lo de Domecq:“Yo compre lo de Lora Sangrán que era Núñez y lo quite porque no conocía la ganadería. Yo prefería comprar vacas sin tentar y seleccionar a mi gusto. Normalmente los toreros que somos ganaderos no triunfamos porque creo que no tenemos paciencia, y casi ninguno venimos de origen ganadero, queremos ver un producto ya, y mínimo se tienen que esperar 4 o 5 años”. Sobre que es lo que más le gusta de los que tiene en su ganadería; “de todo lo que tengo en la ganadería lo que más me gusta es lo de Salvador Domecq, es lo que sale más fiero, y también me gusta mucho lo de Jandilla”. También llego una pregunta sobre las tardes de expectación que había en Madrid cuando él toreaba y no salían las cosas: “Cuando salía de la plaza y no había triunfado me sentía fatal, para mí lo peor no era una bronca, era sentirme incomprendido, salía muy mal de la plaza. Había veces que sin decir nada a nadie cogía el coche y me iba a mi casa, a pensar y reflexionar. Por eso los días que salía bien disfrutaba tanto”. En la sala se encontraba también el matador de toros Fernando Robleño, que tomo la palabra para expresar su admiración por el maestro “Joselito”, recordando la última tarde del maestro en Madrid en el año 2003, en el que compartían cartel junto con Matías Tejela y en el que fue una de las tardes que motivaron su despedida de los ruedos:“Esa tarde para mí, me retire en Madrid con un toro de El Torreón, un toro fiero y bueno, pero hubo un momento en el que estando delante, no pase esa línea necesaria para poder triunfar. Ese día ya me convencí y no estaba con nivel para seguir toreando. Y me ha gustado mucho siempre respetar la profesión y al toreo, por eso me fui”. Hubo turno para el debate y la polémica, cuando se le pregunto por el indulto de un toro suyo este año en Talavera de la Reina, en el que subió desde el tendido al palco para hablar con el presidente del festejo: “Sobre los indultos, ahora voy a entrar en polémica, ¿porque no pedisteis el indulto del toro de Jandilla (Hebrea) este año en Madrid? Ese toro no sale casi nunca, fue bravo y codicioso, fue un espectáculo”. Nuestro presidente, Roberto García Yuste, tomó la palabra para declarar que ese toro no podía ser de indulto ya que para que eso se produzca debe de ser extraordinario en los tres tercios, y sobretodo su comportamiento en el tercio de varas, cosa que no fue así. Concretamente sobre el indulto de su toro en Talavera, contestó lo siguiente: “El toro mío de Talavera, le faltaron cosas pero por procedencia era de un gran semental. Tuvo mucho recorrido, mucha humillación y clase, le faltó ese punto de chispa, era el último toro que tenía de ese semental y a mí si me servía. Le dije al presidente que lo iba a echar a las vacas, si le perdona la vida lo voy a utilizar pero la última palabra la tiene usted. Yo creo que en la cabaña brava no estamos tan sobrados para matar esos toros”. Para terminar afirmó que tiene dos o tres corridas este año, y una para Madrid, en el que le haría mucha ilusión que fuese en la feria de San Isidro. Tras algo más de dos horas se terminó la tertulia en el que todos los asistentes despidieron con una fuerte ovación al maestro José Miguel Arroyo “Joselito”. Muchas gracias y suerte, Torero.