
Invitados: Yolanda Fernández, José Campos y Rafael Cabrera
Qué decir de nuestros invitados de ayer. Siento una concoja de ponerme a escribir un resumen sobre lo que pudimos vivir en la tarde noche de ayer en la tertulia, ¡en nuestra tertulia! Para aquellos despistados diré que los tres componentes de la mesa de ponentes, junto a la presentadora del acto, Rebeca, todos, digo TODOS son socios de LA ASOCIACION EL TORO DE MADRID. Reconozco mi atrevimiento, a la vez que me siento muy orgulloso de poder escribir estas humildes letras, no transmitir, cómo dijo el recordado Rafael Guerra, “Guerrita, “Eso no pué ser y además, es imposible”, lo que pudimos disfrutar los socios presentes en la tertulia junto con ese ramillete de aficionados,que no pierden comba en nuestras reuniones de los jueves, tratando de paliar los duros inviernos de abstenía de festejos. Lo que ocurrió solo se puede comparar con las grandes faenas que levantan las emociones. Narrarlas a “posteriori” es imposible.
Previo a la manifestación de los invitados, nuestra Socia de Honor Yolanda Fernández Fernández-Cuesta, hizo entrega al socio Andrés Sánchez Santiago el premio Joaquín Monfil al mejor cronista joven de la temporada pasada.
Fue un homenaje lo que ofrecieron los tres invitados a los asistentes, mezcla de ¡Cultura!, ¡Ciencia!, ¡Literatura! ¡Conocimiento de la fiesta de los toros!, todo ello en un crisol que reunió todas las ramas expuestas. Los tres fueron desplegando susconocimientos y lo más importante, unido a sus sentimientos como aficionados, que sienten lo más grande de la fiesta, el toro que da emoción y el torero que torea con la verdad, y también sufren los agravios a que está sometido el animal en su integridad, restándole fiereza, los actos de los empresarios fraudulentos y los toreros que riegan los ruedos con el destoreo. El objetivo fue la presentación del libro, Mi Torero 2. En esta ocasión el fin justificaba los medios. En el libro han colaborado nuestros socios junto a otros escritores y aficionados. Insisto los presentes no dábamos crédito de la suerte de ser escuchas del acto.
Como indica el título del libro, cada uno de los colaboradores desplegó en él sus sentimientos hacia un torero. Yolanda escribió sobre Pepín Jiménez, considerado torero de Madrid. Reflejando en su obra la fragilidad de sus sentimientos. Fueron pinceladas de trazos finos lo que desplegó por los ruedos el torero lorquiano, con un manejo exquisito del temple, pero faltó en su obra el remate final. Recuerdo una faena a un toro de Hernández Plá en Las Ventas en el año 1.997, que el tiempo no ha borrado de mi memoria. Fueron cinco muletazos, pero en ellos enjugó la plasticidad y como definió Yolanda, “Torero de Culto” por la verdad de su toreo. Por su parte Rafael Cabrera Bonet eligió al torero salmantino Santiago Martín, “El Viti”. Torero sincero, adusto, serio, dominador, puro y clásico. José Campos Cañizares decantó sus preferencias por el torero colombiano César Rincón. El torero definió lo ocurrido en su presentación en Las Ventas en el año 1.991, como “Quizás las cosas ocurren sólo cuando tienen que suceder”.
El primero que tomó la palabra fue José Campos Cañizares, comenzando su presentación diciendo que era como debutar en Madrid y ante tanto aficionado. Salió a relucir el sentido de “cargar la suerte”, relacionándolo con lo tratado en “Tertulia Internacional de Juegos y Ritos Táuricos”, colocación considerada fundamental para la interpretación del toreo puro. Sin embargo las figuras actuales hacen lo contrario, “Descargar la suerte”. Indicó que le libro 1 de Mi Torero, nació como consecuencia de los gustos de un grupo de aficionados. Después de la edición de libro 2, tienen en proyecto el tercer tomo.
Yolanda continuó desplegando sus comentarios en torno a Pepín Jiménez, definiéndolo como un torero irregular con un halo de misterio. Con una personalidad que hizo que se enfrentara a los toros con la verdad, toreando con temple y compás, añadiendo que ese misterio que muchos toreros han llevado en su traje de luces, ha quedado denigrado en la presentación de los carteles de esta temporada.
Rafael Cabrera Bonet comenzó su exposición agradeciendo la labor de la Junta Directiva saliente y animando a la nueva Junta entrante a continuar con la seriedad que caracteriza a esta asociación. Destacó a varios toreros que aportaron a la fiesta los valores que debe tener el toreo. Domingo Ortega, Rafael Ortega, Marcial Lalanda… A continuación criticó el encimismo que practican muchos toreros al final de las faenas cuando en toro ya no aporta ningún peligro en la pelea por su agotamiento físico. Alabó el prefacio de Raúl Fernández Vítores del libro Mi torero 2. El toreo simboliza lo heroico que se enfrenta a la grandeza de la fiera. Destacó lo ortodoxo y lo heterodoxo del toreo, es decir la verdad y la mentira. En cuanto al apartado del libro, El Aparecido, está dedicado a cualquiera de los toreros que quedaron en el recuerdo.
José Campos Cañizares, expuso que César Rincón no ocupa el lugar que le corresponde en la tauromaquia, destacando que ha sido el torero que mejor ha ligado las faenas. Con el toro Bastonito de Ibán se jugó la vida. Rebeca planteó tres de los pilares del toreo. Pureza, clasicismo y estética. Respondió Yolanda que sin estos tres componentes no hay toreo, a los cuales añadió el sentimiento. Por su parte Rafael destacó la ética. Vinieron otras preguntas, no muchas, y dentro de las cuales se trató de nuevo el cargar la suerte, donde quedó definida como el toreo hacia adelante, sin embargo el descargarla es torear hacía atrás. Yolanda expuso que Madrid tiene toreros consentidos, pero antes de alcanzar ese consentimiento ha habido una comunión entre el torero y la afición, y esa comunión puede definirse como “emoción”, fue su caso con Pepín Jiménez. La chicuelina es considerada como un recorte y a criterio de Rafael Cabrera, el torero que mejor la ha interpretado fue Paco Camino.
Nos pasamos de tiempo. Pero a nadie le importó. Los invitados pudieron demostrar sus dotes lingüísticas, como dije, añadidas de grandes dosis de cultura para disfrute de los presentes. Esperamos que con la aparición del tercer libro de Mi Torero, se presente la oportunidad de disfrutar de una tertulia como la hemos vivido hoy, llena de emoción, y como dije al principio, es muy difícil reflejar en palabras.
Gracias amigos por derramar vuestros sentimientos en beneficio de la fiesta.
Pepeíllo, miembro de la Asociación el Toro de Madrid.
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