En mañana de frío, los miembros de la Asociación El Toro de Madrid visitaron las dependencias de la plaza de toros de Las Ventas, guiados por José Pedro Gómez Ballesteros. La visita comenzó en el desolladero, donde se hizo hincapié en que al comienzo de la temporada todo estará a punto para que se vuelva a comercializar la carne de toro. Las obras y el mantenimiento del edificio son una de las preocupaciones de este colectivo, debido a este motivo se explicaron los cambios que está sufriendo la plaza, así como las remodelaciones de los cuartos de baño, los pasillos de las andanadas y de las gradas de la plaza de toros. Un punto importante fue el nuevo espacio cultural que se está construyendo, muy parecido al aula cultural que ahora e utiliza para conferencias.
Los quirófanos y la enfermería fueron visitados con inquietud y respeto por los miembros de la Asociación El Toro de Madrid.
Es todo un privilegio visitar lugares que normalmente se desconocen, pero que tienen gran importancia en la Fiesta. José Pedro Gómez Ballesteros, comentó la posibilidad de trasladar la enfermería debajo de los tendidos, para que de este modo, cuando haya un percance el trayecto sea menor y los doctores puedan actuar lo más pronto posible. Un lugar por el que pasan casi todos los toreros antes de torear, y que tiene acceso directo desde la enfermería, es la capilla. Allí, los aficionados pudieron observar la imagen de la Virgen de la Paloma.
Este es otro de los lugares que habitualmente tiene un acceso casi imposible para un aficionado de a pie. Otro lugar muy celebrado fueron los corrales de Las Ventas, donde estaban los cabestros que normalmente devuelven con rapidez los toros que así lo estima el presidente correspondiente. También se explicó el funcionamiento de la báscula de los toros y el proceso de desembarque.
Lo que significó un verdadero privilegio para los allí presentes, fue pasear por la manga de chiqueros y ver cómo funcionan por dentro.
Ahora ya saben dónde van los toros devueltos y donde están los sobreros. José Pedro Gómez Ballesteros no tuvo reparos en mostrar el mueco de la Plaza de Toros de Las Ventas, y explicar los casos en que se usa. Sólo se permite su funcionamiento para apuntillar los toros devueltos y para afeitar los toros para las corridas de rejones, porque del camión viene sin tocar. Para poder usar el mueco hace falta permiso de la autoridad y supervisión. Matizó que el mueco está precintado y sin esta autorización no se puede utilizar. Como curiosidad explicó que en ese mismo mueco se curó al toro Belador de Victorino Martín, el único toro indultado en la plaza de toros de Las Ventas. Fue el propio Pedro Gómez Ballesteros el encargado de curar al toro, que estuvo desde las doce de la noche, hasta las cinco de la mañana tratando de salvar su vida para que después pudiera volver al campo y padrear. Los miembros de la Asociación dieron fin a la visita saliendo al ruedo por la puerta de chiqueros. Después de pasear por el anillo, se puso punto final con la habitual foto de grupo.